Todos los padres quieren proteger a sus hijos de gérmenes que causan enfermedades, pero no todos conocen las mejores formas para hacer esto. Cuando se trata de apoyar el sistema inmune de tus hijos ¿Qué es lo que realmente funciona?
La Dra. Mafalda Hurtado, Directora Médica en Abbott, nos comparte 12 creencias sobre la inmunidad – realidad y ficción – para ayudar a que tu familia pueda mantenerse fuerte y saludable.
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Realidad: Puedes fortalecer la inmunidad de tu bebé desde antes de nacer
La inmunidad, salud y alimentación de una mujer embarazada tienen un impacto directo sobre la salud e inmunidad de su bebé en desarrollo. Para apoyar su salud inmune, las mamás deben priorizar cuidarse mucho, incluyendo una dieta balanceada rica en frutas, vegetales, ejercicio, reducción del estrés, mucho descanso y garantizar la ingesta de nutrimentos especiales durante el periodo de embarazo como ácido fólico, ácidos grasos omega 3 y vitamina D.
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Ficción: El intestino está separado del sistema inmune
Aproximadamente 70 por ciento del sistema inmune se encuentra en nuestro tracto gastrointestinal, donde hay trillones de organismos microscópicos (probióticos). El balance de las bacterias buenas en nuestro intestino es un componente muy importante en la inmunidad de todo nuestro cuerpo.
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Realidad: Contacto piel con piel ayuda a la inmunidad del bebé
También conocida como el “método canguro,” el contacto piel con piel con mamá y papá, especialmente en los primeros días después de nacer, ayuda a transferir diversos microbios para mejorar la inmunidad del recién nacido.
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Realidad: Los probióticos pasan de la mamá al bebé
La leche materna contiene probióticos que son transferidos al bebé durante la lactancia. Alimentos ricos en probióticos como el yogur, el kéfir o suplementos específicos, también pueden ayudar a fortalecer el sistema inmune de la mamá durante el embarazo, para apoyar también el del bebé.
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Realidad: La leche materna contiene nutrientes especializados para impulsar la inmunidad del bebé
La leche que la mamá produce inmediatamente después de dar a luz se llama calostro y contiene anticuerpos que fortalecen la inmunidad para proteger al bebé en sus primeros meses de vida.
La leche materna también es rica en oligosacáridos de la leche humana (HMO). Los HMO son prebióticos especiales que ayudan, entre otras cosas, a alimentar a las bacterias buenas en el intestino para apoyar la salud gastrointestinal y el desarrollo del sistema inmune. Existen fórmulas infantiles, para niños mayores de 1 año, que contienen el prebiótico HMO.
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Ficción: Los papas deben minimizar las salidas de la casa del bebé, en los primeros 6 meses de vida
Aunque los bebés son más susceptibles a infecciones serias en sus primeros seis meses, no necesitan vivir dentro de una burbuja. Sin embargo, durante una pandemia, los padres deben referirse a las guías emitidas por las instituciones públicas de salud y seguir las recomendaciones para proteger a sus hijos. Y como siempre, deben pedirle a las visitas que laven sus manos o usen sanitizante antes de cargar o jugar con tu hijo.
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Realidad: Tener mascotas es beneficioso para el sistema inmune
Para la mayoría de los niños pequeños, las nuevas experiencias e interacciones son oportunidades para desarrollar anticuerpos y fortalecer su sistema inmune. Estudios hasta han demostrado que una interacción segura con mascotas puede impactar en la composición y diversidad de los microbios en el intestino de los niños, y puede ayudar a prevenir que sufran de asma.
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Ficción: Dormir no es importante para el sistema inmune
Un descanso completo durante la noche logrará maravillas para tu bienestar del día siguiente. Pero que tus hijos obtengan la cantidad correcta de horas de sueño puede incluso apoyar su sistema inmune y fortalecer las defensas de su cuerpo.
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Realidad: A los 3 años se estabiliza el sistema inmune de los niños
El primer año de vida es una ventana crítica para el desarrollo inmune – a los tres años el sistema está ya más maduro. Sin embargo, es importante recordar que, incluso después del tercer cumpleaños de tu hijo, nuevas comidas, enfermedades y por supuesto antibióticos, pueden afectar la salud de las bacterias intestinales y su sistema inmune.
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Realidad: La nutrición infantil puede nutrir un sistema inmune en desarrollo
Incluso después de la lactancia materna o alimentación con fórmula infantil haya culminado, la nutrición y la inmunidad están completamente relacionadas. Cuando tu bebé empieza la alimentación complementaria y a probar comida sólida, ofrécele alimentos integrales y purés, incluyendo frutas, vegetales y granos. Estos son ricos en prebióticos, que ayudan a los probióticos a fortalecer el sistema inmune de los niños a través del intestino.
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Ficción: El ejercicio No afecta el sistema inmune de los niños
Investigaciones han demostrado que el ejercicio puede lograr diversificar los microbios del intestino para fortalecer el sistema inmune. Motiva a tus hijos para que jueguen activamente en la casa, en el jardín o en el parque.
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Realidad: Lavar las manos puede prevenir enfermedades
Lavar las manos regularmente y enseñarles hábitos de higiene puede ayudar a prevenir la propagación de enfermedades comunes. Según el Centro para el Control de Enfermedades en los Estados Unidos, lavarse las manos con jabón podría proteger a 1 de cada 3 niños pequeños que se enferman con diarrea y casi 1 de cada 5 niños que contraen enfermedades respiratorias como la neumonía.