“Sexo” se refiere a las características y diferencias biológicas de mujeres y hombres. Por otro lado, el “género” es un elemento constitutivo de las relaciones sociales fundadas sobre las diferencias percibidas entre los sexos, lo que representa una manera de dar significado a las relaciones de poder.
“Es el conjunto de características que identifica el comportamiento social entre mujeres y hombres, así como la relación entre ellos. El género abarca los términos de hombre y mujer y también incluye su relación y la manera en cómo esta relación se construye socialmente. Se trata de una herramienta analítica para comprender los procesos sociales que incluyen tanto a los hombres, como a las mujeres”. Organización Panamericana de la Salud.
¿Educamos de diferente manera a los niños y a las niñas?
La educación de acuerdo al género en México se da en base a un factor sociocultural que está determinada de acuerdo a personas, roles, características, formas de ser, etc., y esto influye en que se eduque a los niños de manera diferente, aunque cabe resaltar que en la actualidad ya no se educa igual que hace 50 años, donde se marcaban más las diferencias entre ambos sexos.
El hecho de que existan escuelas en base al género también puede ser una pauta para ir formando las diferencias entre ambos sexos, ya que en la vida común, ambos sexos estamos en constante relación y, por lo tanto, no se tendrían por qué hacer estas diferencias, ya que una escuela separada en base a género, indica sistemas tradicionales y autoritarios, y este tipo de educación provoca una división entre ambos sexos, evitando el vínculo entre ambos y formándolos como seres desconocidos.
Por otro lado, existen diferencias biológicas entre mujeres y hombres, como mayor complexión física en el caso de los hombres y mayor resistencia al dolor en las mujeres, además de que los órganos sexuales son diferentes.
No obstante, las diferencias sociales se dan al momento de nacer y, conforme el bebé va creciendo, se le va educando para que sea diferente, empezando por el color de la ropa (niñas rosa, niños azul), los deportes que se creen exclusivos de cierto género, el área laboral (puestos de trabajo), juegos (jugar a las muñecas o a las luchas). Las tareas que se le van asignando a los niños están determinadas, de acuerdo al género, existen las llamadas tareas femeninas y masculinas, las cuales cambian de acuerdo a la sociedad.
¿Debemos educarlos de diferente manera?
No, ya que educar desde una perspectiva de género, es no dar opciones, libertades, y no dar autonomía para decidir. No hay que educar para ser hombre o para ser mujer de acuerdo a los mandatos dominantes que etiquetan según el sexo: “La mujer esposa y madre” Y “El hombre el sostén económico de la familia”. Lo adecuado es educar a una persona integral, en relación con su contexto.
¿Cómo educar con equidad de género?
• Evitar clasificar los juegos como “de niñas” y “de niños”.
• Nunca prohibir al niño jugar con objetos que, supuestamente pertenecen al sexo opuesto. No hay juegos de niños o de niñas, se trata de que el niño elija qué desea jugar.
• Evitar decir frases como “los hombres no lloran”.
• Evitar decir que los hombres no demuestran afecto, sensibilidad ni vulnerabilidad
• Evitar decir que las niñas no se ensucian, juegan al fútbol, ni hacen cosas “de hombres” , no es sino un factor cultural, sin ningún tipo de sustento.
• Es bueno que el padre a la vez que juega con su hijo varón al fútbol o a las luchas, le demuestre su afecto y cariño, es decir, no sólo mostrarle la parte ruda sino también la demostración de afectos.
• Es aconsejable que el padre valore positivamente los logros de la niña en todas las áreas
• Desechar la idea de que “como las niñas son frágiles no pueden jugar con su papá como lo hacen con sus hermanos varones”.
Finalmente, es importante tener en cuenta que estas diferencias irán marcando las conductas del niño desde su nacimiento Por lo tanto, hay que saber detectar estos elementos y buscar ayuda profesional, en caso de que no sepa cómo manejarlo.