La mayoría de las personas pueden recordar dónde se encontraban en momentos como el 11 de septiembre, o qué clima hacía el día en que nació su primer hija o hijo. Los recuerdos sobre los eventos mundiales del 10 de septiembre, o el almuerzo del martes pasado, se han borrado hace mucho tiempo.
¿Por qué los recuerdos unidos a las emociones son tan fuertes?
«Tiene sentido que no lo recordemos todo«, comenta René Hen, PhD, profesor de psiquiatría y neurociencia en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia. «Tenemos un poder cerebral limitado. Solo necesitamos recordar lo que es importante para nuestro bienestar futuro«.
El miedo, en este contexto, no es solo un sentimiento momentáneo sino una experiencia de aprendizaje crítica para nuestra supervivencia. Cuando una nueva situación nos hace temer, el cerebro registra los detalles en nuestras neuronas para ayudarnos a evitar situaciones similares en el futuro, o usar una precaución adecuada.
Lo que sigue siendo un misterio es por qué estos recuerdos, grabados por el hipocampo del cerebro, se vuelven tan fuertes.
Para averiguarlo, Hen y Jessica Jiménez, una estudiante de doctorado / doctorado en Columbia, colocaron a los ratones en entornos nuevos y aterradores y registraron la actividad de las neuronas del hipocampo que llegan al centro de miedo del cerebro (la amígdala). La actividad de las neuronas también se registró un día después cuando los ratones intentaron recuperar recuerdos de la experiencia.
Como era de esperar, las neuronas que responden al entorno aterrador envían esa información al centro de miedo del cerebro.
«Lo sorprendente fue que estas neuronas se sincronizaron cuando el ratón luego recuperó la memoria«, afirma Hen.
«Vimos que es la sincronía lo que es crítico para establecer la memoria del miedo, y cuanto mayor es la sincronía, más fuerte es la memoria«, agrega Jiménez. «Estos son los tipos de mecanismos que explican por qué recuerdas eventos importantes«.
Todavía se desconoce cómo y cuándo se produce la sincronización, pero la respuesta podría revelar el funcionamiento interno del cerebro que crea recuerdos de por vida y conduce a nuevos tratamientos para el trastorno de estrés postraumático.
«En personas con TEPT, muchos eventos similares les recuerdan la situación aterradora original«, explica Hen, «y es posible que la sincronización de sus neuronas se haya vuelto demasiado fuerte«.
«Realmente estamos tratando de profundizar en los mecanismos de cómo se forman los recuerdos emocionales para encontrar mejores tratamientos para las personas con TEPT y trastornos de la memoria en general«.