Después del cáncer de piel, el cáncer de mama es el que con mayor frecuencia se diagnostica entre las mujeres estadounidenses, y se calcula más de 238 000 nuevos diagnósticos para este año. Si bien el cáncer de mama principalmente afecta a las mujeres, alrededor de 1 por ciento de todos los cánceres de mama se diagnostican en hombres. Igual que con todo tipo de cáncer, los pacientes deben estar conscientes de la importancia de la prevención y pronta detección para ofrecerse a sí mismos la mejor oportunidad de recibir tratamiento en caso de tener cáncer.
Reducción del riesgo
Las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama desgraciadamente corren más riesgo de desarrollar la enfermedad, pero si realizan algunos cambios en el estilo de vida pueden disminuir su riesgo general, comenta la Dra. Sandhya Pruthi, especialista de la Clínica de Mamas de Mayo Clinic. “Los estudios han demostrado que los cambios en el estilo de vida disminuyen el riesgo de cáncer de mama, hasta en las mujeres que corren alto riesgo”, y recomienda tomar las siguientes medidas para disminuir el riesgo:
* No fumar. Se acumulan las evidencias respecto a la vinculación entre el hábito de fumar y el riesgo de cáncer de mama, especialmente en las mujeres que aún no han llegado a la menopausia. Además, dejar de fumar es una de las mejores cosas que uno puede hacer para la salud en general.
- Restringir el consumo de alcohol. Cuanto más alcohol beba alguien, mayor es el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Si decide consumir alcohol, sea cerveza, vino o licor, no exceda de una bebida diaria.
- Controlar el peso. Ser gordo u obeso aumenta el riesgo de cáncer de mama. Eso es particularmente cierto cuando la obesidad se presenta más tarde en la vida, sobre todo después de la menopausia.
- Mantenerse físicamente activo. La actividad física puede servir para mantener un peso sano que, a su vez, ayuda a prevenir el cáncer de mama.
- Amamantar. El amamantamiento puede desempeñar alguna función en la prevención del cáncer de mama. Cuanto más tiempo se amamanta, mayor es el efecto protector.
- Restringir la dosis y duración de la terapia hormonal. La terapia hormonal combinada que se administra durante más de tres o cinco años aumenta el riesgo de cáncer de mama. Si recibe terapia hormonal para los síntomas de la menopausia, consulte con el médico respecto a otras alternativas.
Pruebas genéticas
“Cuando una mujer con fuertes antecedentes familiares de cáncer de mama se somete a las pruebas para los genes más comunes del cáncer mamario, el BRCA1 y el BRCA2, generalmente se debe a que desea saber si corre alto riesgo de desarrollar cáncer de mama u ovario”, explica el Dr. Fergus Couch, genetista de Mayo Clinic y experto internacional en el riesgo de cáncer de mama. No obstante, indica que un resultado negativo en la prueba de los genes BRCA1 y BRCA2 no significa que la paciente esté fuera de peligro, pues se conocen otros genes susceptibles que todavía quedan por identificar. De igual manera, un resultado positivo en la prueba no indica que se desarrollará un tumor en el futuro porque solamente cerca de 65 por ciento de las mujeres con mutaciones llega a desarrollar cáncer de mama en algún momento de su vida.
El Dr. Couch creó un equipo con colegas de todo el mundo para formar el Consorcio de Investigadores de los Modificadores de los Genes BRCA1 y 2. Este equipo internacional utiliza exploraciones de todo el genoma para identificar variantes genéticas (polimorfismos de un solo gen) capaces de explicar la gran variabilidad en el riesgo de cáncer de mama entre las personas.
Hasta el momento, el consorcio ha realizado pruebas de ADN en 17 000 portadoras de la mutación del gen BRCA1 y en 9000 portadoras de la mutación del gen BRCA2, y ya develó algunas mutaciones que pueden llevar a una mujer con un riesgo promedio de 65 por ciento para cáncer de mama hasta un 90 por ciento o bajarla a 30 por ciento, dependiendo de las mutaciones específicas. El Dr. Couch y sus colegas continúan trabajando para encontrar y catalogar a los demás factores de riesgo del cáncer de mama. “En vez de dar a una mujer una cifra que realmente sólo representa su riesgo promedio para la enfermedad, lo deseable es poder ofrecerle un riesgo que considera la influencia ambiental y genética específica”, explica el Dr. Couch.
Tratamiento personalizado
El Estudio sobre Terapia Guiada por el Genoma para el Cáncer de Mama de Mayo ayuda a los médicos a personalizar la quimioterapia para las pacientes de cáncer de mama, con base en su genoma personal y a los genomas de los tumores, señala el Dr. Matthew Goetz, oncólogo de Mayo Clinic y codirector del estudio con la Dra. Judy Boughey, cirujana de mamas en Mayo. “Lo emocionante de esta investigación es la capacidad de desarrollar nuevas terapias farmacológicas para las pacientes con el mayor riesgo de recurrencia del cáncer de mama”, añade el Dr. Goetz. Otro punto central de investigación es el cáncer de mama positivo al receptor de estrógeno y la personalización de los fármacos para administrar terapia contra el cáncer a cada persona.
El trabajo del Dr. Goetz en el área del metabolismo y del fármaco contra el cáncer llamado tamoxifeno ha llevado a estudios para desarrollar un metabolito para el tamoxifeno, el endoxifeno, como un fármaco para los pacientes con cáncer de mama positivo al receptor hormonal.
Cirugía
Actualmente, la mayoría de pacientes cuyo cáncer de mama se ha diseminado a los ganglios linfáticos y recibe tratamiento con quimioterapia preoperatoria, se somete a la extirpación de la mayoría de los ganglios linfáticos de la zona axilar después de la quimioterapia para ver si se encuentran restos de cáncer. La Dra. Judy Boughey, cirujana de mamas de Mayo, dirigió un estudio a través del Grupo Oncológico del Colegio Americano de Cirujanos sobre 756 mujeres con cáncer en los ganglios linfáticos para estudiar un procedimiento menos invasivo, conocido como cirugía del ganglio centinela. El procedimiento identificó con éxito la presencia de cáncer en los ganglios linfáticos de 91 por ciento de las pacientes con cáncer de mama positivo en los ganglios linfáticos y que recibieron quimioterapia antes de la operación.
“En la cirugía del ganglio centinela, se extirpan solamente pocos ganglios, aquellos con mayor probabilidad de tener cáncer. Dado que el tratamiento con quimioterapia antes de la cirugía puede eliminar el cáncer en los ganglios linfáticos de algunas pacientes (aproximadamente 40 por ciento), nos interesaba evaluar si dicha cirugía podía identificar con éxito si quedaba cáncer en los ganglios linfáticos después de la quimioterapia” comenta la Dra. Boughey. La extirpación de solamente pocos ganglios linfáticos también disminuye el riesgo de complicaciones quirúrgicas, tales como entumecimiento e hinchazón del brazo.