Las causas más comunes de las no infecciosas se deben a factores externos, como la higiene íntima deficiente o la falta de ventilación de la zona.
El ardor y la comezón son síntomas de la vulvovaginitis no infecciosa que puede ser causada por:
- Látex (condones, guantes o diafragmas).
- Duchas vaginales.
- Uso de ropa interior húmeda.
- Nado en albercas.
- Uso de ropa interior ajustada y no elaborada con algodón.
- Procedimientos quirúrgicos o exploratorios.
- Espermicidas.
- Medicamentos tópicos (antibióticos, antifúngicos y anestésicos locales.)
- Toallas higiénicas.
- Jabones y detergentes usados en el lavado de ropa interior.
- Pañales para la incontinencia urinaria.
En las vulvovaginitis infecciosas destacan las provocadas por:
- Bacterias.
- Vaginosis bacteriana.
- Micóticas (hongos).
- Por parásitos.
Cuando hay una vulvovaginitis de origen infeccioso es muy importante acudir al médico.
Medidas preventivas:
- Evitar el uso de jabones de barra, ya que tienen un pH alcalino.
- Evitar el uso de ropa ajustada y usar ropa elaborada de algodón.
- Cambiar la ropa interior cada vez que esté húmeda.
- A menos que el médico lo prescriba, evitar las duchas vaginales.
- Al limpiar la zona íntima en otro momento que no sea el baño, hacerlo de adelante hacia atrás.
- Cambiar la toalla sanitaria frecuentemente.
- Usar un producto, con el pH adecuado para la zona íntima, para mantener de manera natural el pH para ayudar a prevenir infecciones.
El pH en la piel de los seres humanos es ácido. En el caso de la piel vulvar y de la vagina de una mujer sana, este pH tiene un valor que va desde 3.8 y 4.5.
En la vagina normalmente proliferan ciertas bacterias llamadas Lactobacilos, las cuales producen “Ácido Láctico”, mismo que juega un papel fundamental en el mantenimiento del pH ácido en la zona íntima; este pH evita la proliferación de bacterias nocivas.
Referencias
- Información de Laboratorios Sanofi.