Además de los cuidados en su alimentación y monitoreo de niveles de azúcar, la persona con diabetes debe cuidar su piel, ya que puede lesionarse con facilidad o presentar algunos problemas dermatológicos. Foto: Depositphotos.

Además de los cuidados en su alimentación y monitoreo de niveles de azúcar, la persona con diabetes debe cuidar su piel, ya que puede  lesionarse con facilidad o presentar algunos problemas dermatológicos.

El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo existen 346 millones de personas conalgún tipo de diabetes. Si la enfermedad sigue su velocidad actual, en el 2030 la cifra se habrá duplicado, convirtiéndose a nivel global, en la séptima causa de muerte. En México, actualmente la diabetes ocupa el primer lugar en mortandad.

Se estima que un tercio de las personas con la enfermedad
tienen o tendrán problemas dermatológicos. De hecho, algunos cambios en la piel, como las úlceras en los pies y algunas lesiones en la misma, son parte de los elementos para diagnosticar la enfermedad. Foto: Depositphotos.

La diabetes es una enfermedad crónica, resultado de que el páncreas no produce la dosis adecuada de insulina que requiere el cuerpo, esta hormona regula la cantidad de azúcar en la sangre, y su falta, produce un aumento en dichos niveles, fenómeno conocido como hiperglucemia.

Entre otros, uno de los daños más comunes que sufren las personas con diabetes se ve  reflejado en su piel. Se estima que un tercio de las personas con la enfermedad tienen o tendrán problemas dermatológicos. De hecho, algunos cambios en la piel, como las úlceras en los pies y algunas lesiones en la misma, son parte de los elementos para diagnosticar la enfermedad.

Además de las lesiones cutáneas, es común que surjan en la piel diabética las infecciones por bacterias y hongos, que se manifiestan en uñas, genitales, pies pliegues entre los dedos e inguinales, barba, piernas, axilares, submamarios; entre otras áreas. A diferencia de las lesiones, las infecciones generan dolor y en ocasiones se agravan comprometiendo la salud de los órganos. Foto: Depositphotos.

Si presentas alguna de estas señales en tu piel, es conveniente que tu médico revise tus niveles de azúcar y propensión a la diabetes:

• Piel amarillenta y engrosada
• Prurito (comezón)
• Pigmentación amarilla en las uñas
• Lesiones color púrpura
• Tonalidad rojiza o ampollas
• Falta de sensibilidad en los pies

Es posible vivir con una buena calidad de vida, la persona con diabetes debe ser disciplinada y estar atenta de los elementos que pueden mejorar o enriquecer su estilo de vida. Además de los cuidados en su alimentación y monitoreo de niveles de azúcar, es vital el cuidado de la piel desde el punto de vista dermocosmético.

Algunos estudios han demostrado que productos que contienen Caléndula como base, son de gran utilidad para el tratamiento de este padecimiento en una primera y segunda etapa, no obstante, se recomienda acudir con un especialista para obtener un diagnóstico acertado. Foto: Depositphotos.

Lesiones cutáneas

• Engrosamiento de la piel. Suele presentarse en el área superior del tórax y cuello y se extiende velozmente hacia cara y hombros.

Sugerencia: Cuidar a la piel externamente con aceites emolientes que ayuden a mejorar su condición tersa, y seguir las recomendaciones del médico para mantener controlada la enfermedad.

• Dermopatía. Aparecen manchas rojizas que van oscureciéndose hasta formar pequeñas costras, se localizan en antebrazos, muslos, rodillas y tobillos, los hombres las padecen con mayor frecuencia que las mujeres.

Sugerencia:Con un control adecuado de la enfermedad basta, ya que no generan dolor ni tienen una consecuencia grave. Se recomienda además no rascarse y, si al caer la costra queda mancha o cicatriz, utilizar productos hipoalergénicos que devuelvan el tono natural a la piel.

La persona con diabetes debe mantener un estricto control de los niveles de azúcar, ya que finalmente la diabetes será su eterna compañera; así que mejor a mantener una relación cordial que genere una mejor calidad de vida. Foto: Depositphotos.

• Eritema. Son manchas rojas delimitadas que aparecen en la parte inferior de las piernas y en los pies, no causan dolor alguno. En ocasiones las manchas se presentan en la cara y muy rara vez en las manos.

Sugerencia: Algunos estudios han demostrado que productos que contienen Caléndula como base, son de gran utilidad para el tratamiento de este padecimiento en una primera y segunda etapa, no obstante, se recomienda acudir con un especialista para obtener un diagnóstico acertado.

• Ampollas. Tienen un tamaño variable y su contenido es claro, se forman en pies, piernas, antebrazos y dedos.

Sugerencia: Ser cuidadosos para que no se infecten, ya que si esto sucede la molestia dura entre una y cuatro semanas. Se recomienda utilizar antisépticos locales y guardar reposo. A veces dejan una pequeña cicatriz, para lo que se sugiere utilizar productos especializados que disminuyan su apariencia.

• Piel amarilla. Es común que la gente con diabetes tenga una pigmentación en manos y pies amarillenta, ya que el alto nivel de azúcar afecta el colágeno; la disminución de esta proteína es esencial para el cabello, huesos, piel y uñas.

Sugerencia:Utilizar aceites que contrarresten los efectos de la falta de colágeno, que ayuden a mejorar la apariencia de la piel, a mantener su elasticidad y conservarla humectada.

Visita al médico ante cualquier problema en la piel. Foto: Depositphotos.

Infecciones cutáneas

Además de las lesiones cutáneas, es común que surjan en la piel diabética las infecciones por bacterias y hongos, que se manifiestan en uñas, genitales, pies pliegues entre los dedos e inguinales, barba, piernas, axilares, submamarios; entre otras áreas. A diferencia de las lesiones, las infecciones generan dolor y en ocasiones se agravan comprometiendo la salud de los órganos.

Sugerencia: Una vez que se ha contraído una infección, es importante no aplicar tratamientos tópicos que no sean estrictamente recetados por un especialista, ya que estos pueden empeorar el problema. Sólo cuando se haya generado la cicatriz, se recomienda utilizar tratamientos que pueden ser de apoyo para mejorar su apariencia.

¿Cómo cuidar la piel diabética?

La persona con diabetes debe mantener un estricto control de los niveles de azúcar, ya que finalmente la diabetes será su eterna compañera; así que mejor a mantener una relación cordial que genere una mejor calidad de vida, por lo que se sugiere:

• Beber líquidos en abundancia, para mantener la piel hidratada y sana.
• Bañarse con agua tibia y jabón neutro (libre de perfume).
• Enjuagarse perfectamente la capa de jabón.
• Secarse bien cada zona, sobre todo donde la piel pueda conservar humedad: axila, bajo los senos, entre las piernas y cada uno de los dedos de los pies. Al terminar el secado, revisar la piel para verificar que no tenga áreas secas, rojas o con lesiones que puedan infectarse.
• Utilizar aceite o crema humectante, que conserve la piel hidratada.
• Utilizar ropa interior de algodón puro.
• Mantener una dieta especial para personas con diabetes.
• Realizar actividad física diariamente.
• Checar el peso corporal para verificar que esté en un rango normal.
• Evitar el tabaco y el alcohol.
• No rascarse costras o lastimarse con las uñas u objetos punzo-cortantes.
• Acudir al médico de inmediato ante un color púrpura en cualquier parte de la piel así como si existe dolor, hinchazón y enrojecimiento de la piel acompañada de fiebre.

Visita al médico ante cualquier problema en la piel.

Información proporcionada por Bio-Oil, aceite especializado en el cuidado e hidratación de la piel, así como en la mejora de la apariencia de cicatrices, estrías y tonos desiguales.