La Disfunción Eréctil (DE), es la incapacidad de conseguir o mantener una erección suficientemente buena para tener una relación sexual satisfactoria; se clasifican en dos tipos: la orgánica, que se debe a factores físicos tales como enfermedad vascular o diabetes y la psicogénica, que se debe a estados de ansiedad o de estrés.

En un alto porcentaje, se presenta de forma mixta, pero está íntimamente relacionada directamente con la presencia de enfermedades cardiovasculares, coronarias, hipertensión, niveles altos de colesterol y grasas; ateroesclerosis y diabetes.

Algunas enfermedades neurológicas como la epilepsia, el mal de Parkinson, la esclerosis múltiple y las neuropatías asociadas con el VIH y la diabetes mellitus, guardan una relación con la DE.

La DE se puede presentar en situaciones en las que el hombre tiene alteraciones psicogénicas que le impiden tener la capacidad funcional para lograr la erección, tales como depresión y problemas de pareja. Por otro lado, el tabaquismo es un factor de riesgo porque puede generar lesiones ateroescleróticas en las arterias que irrigan el pene.

Datos proporcionados por Bayer, la DE es un trastorno frecuente que afecta a más de 152 millones de hombres en el mundo y que, se calcula, afectará a más de 322 millones de varones en el año 2025.

Por otro lado, la prevalencia de la DE se incrementa con la edad. Hay tres veces más probabilidad que un hombre mayor  tenga esta enfermedad respecto a un joven. Se presenta mayormente en hombres de entre los 40 a 70 años de edad.

En México, 55% de los hombres en este rango de edad, tiene algún grado de Disfunción Eréctil: 35% en grado mínimo, 16% en nivel moderado y 4% en nivel severo.

El impacto psicológico de la DE puede afectar la vida profesional y emocional de los hombres que la padecen, pues consideran que:

• Es angustioso y humillante.
• Reduce la masculinidad.
• Daña imagen y autoestima.
• Evitan el contacto con su pareja, la cual a su vez, empieza a sentirse poco atractiva o no amada, con consecuencias en el deterioro de su relación y disfunciones y sexualidad se ve afectada.
• La intimidad y sexualidad se ve afectada.
• La DE afecta de manera negativa la calidad de vida y el bienestar de quienes la padecen.

Es importante, ante todo caso de Disfunción Eréctil, acudir con un especialista. El padecimiento puede afectar en gran medida la calidad de quien lo padece, viéndose afectada su vida individual, personal y en muchos casos social.