“La Enfermedad Hemorroidal es una enfermedad benigna, de la cual es fundamental su diagnóstico correcto y oportuno, ya que no todo lo que sangra son hemorroides, los síntomas se pueden confundir con cáncer anal o cáncer colorrectal” afirma el Dr. Miguel Ángel Rosado Martínez, Especialista en Coloproctología, Cirugía General y Cirugía Laparoscópica del Hospital Sedna.
Es común que las personas sientan incomodidad al hablar de hemorroides, más aún cuando la persona padece esta enfermedad. Afortunadamente, ahora se cuenta con más información de primera mano que nos ayuda a entender que es un padecimiento común, además de conocer acerca de su tratamiento y así poder evitar que los pacientes pongan en práctica soluciones caseras que provocan un diagnóstico e inicio de tratamiento tardío.Se considera que una persona tiene enfermedad hemorroidal cuando el paciente siente una “bolita” o hay algún síntoma al evacuar, éstos pueden ser:
- dolor de inicio repentino o de instalación gradual,
- ardor,
- comezón
- y sangrado.
Con cualquier síntoma de este tipo se debe de actuar de inmediato consultando con un experto.
De acuerdo con el Dr. Miguel Ángel, es «un mito que la enfermedad hemorroidal es hereditaria” y agrega que “la enfermedad hemorroidal es un padecimiento muy frecuente, ya que el 50% de los adultos puede padecerla» [1]. Nos menciona que los factores que la predisponen son:
- estreñimiento,
- embarazo,
- diarreas,
- tabaquismo,
- obesidad
- y la lectura sanitaria
Existen diferentes tipos de hemorroides y los síntomas se presentan de acuerdo a las zonas donde se encuentren ubicadas:
- Hemorroides internas: No se pueden ver ni sentir, pues se encuentran en el interior del recto, en pocas ocasiones producen molestias. Los síntomas más comunes de este tipo de hemorroides se ocasionan por el esfuerzo o la irritación, ya que producen sangrado al evacuar o dolor y la única manera de valorarlas es mediante una anoscopia (endoscopia de ano), no hay manera de valorarlas con un tacto rectal.
- Hemorroides Externas: Se localizan en la piel que rodea al ano, pueden producir picazón y sangrado y estas son las que los pacientes pueden llegar a sentir.
- Hemorroides trombosadas: La sangre se acumula y forma un coágulo (trombo), provocan dolor intenso e inflamación y dependiendo de la localización será su tratamiento.
“El tratamiento debe ser individualizado, y dependerá de acuerdo al grado de la enfermedad, que pueden ser desde cambios de estilo de vida hasta cirugía para un grado más severo”, comentó el especialista.
Finalmente subraya que un diagnóstico oportuno con un especialista en Coloproctología permitirá a los pacientes mejorar su calidad de vida y así evitar complicaciones propias de la enfermedad.
[referencias]