Los corticosteroides son fármacos que pueden ser muy útiles para tratar varias afecciones que provocan dolor en las articulaciones, entre ellas la osteoartritis. La duración del efecto de la inyección de corticosteroides puede variar mucho, dependiendo de la salud y gravedad de los síntomas. Cuando el dolor reaparece, se puede aplicar otra inyección. Sin embargo, debido a la posibilidad de efectos secundarios graves, la cantidad de inyecciones y la frecuencia de administración son limitadas.
El Dr. Paul Huddleston, de Cirugía Ortopédica de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, menciona que la inyección de corticosteroides sirve para aliviar el dolor de la articulación porque reduce la inflamación en y alrededor de la misma. Las inyecciones se administran a personas con osteoartritis debido a que la enfermedad provoca dolor, sensibilidad e hinchazón en las articulaciones, sobre todo de las manos, rodillas, cadera y columna. Además, las inyecciones normalmente se recetan a quienes sufren de dolor debido a otros trastornos, tales como tendinitis, síndrome del túnel carpiano, gota, bursitis y artritis reumatoide, por nombrar solamente pocos.
La aplicación de la inyección de corticosteroides, por lo general implica sólo una visita al consultorio médico. Antes de la inyección, se limpia el sitio de administración y también es posible que se aplique un anestésico en rociador para entumecer la zona donde el médico introducirá la aguja. Con el objetivo de verificar que la aguja esté bien colocada, el médico puede recurrir a la ecografía o a un tipo de radiografía, llamada fluoroscopia, para ver dónde entra la aguja al cuerpo.
Una vez introducida la aguja, se inyecta el medicamento en el sitio. Por lo general, estas inyecciones incluyen el medicamento corticosteroide que alivia el dolor y la inflamación con el transcurso del tiempo, así como un anestésico que brinda alivio inmediato al dolor.
La duración del alivio de la inyección depende, en gran parte, de la salud del paciente. En algunas personas, los efectos pueden durar solamente una o dos semanas, mientras que otros quedan sin síntomas por varios meses o más.
El Dr. Huddleston señala que, si bien los corticosteroides pueden aliviar muy eficazmente algunos síntomas, tales como dolor, sensibilidad y rigidez en las articulaciones, no están libres de riesgo. En algunas personas, las inyecciones pueden provocar un brote de dolor e inflamación en la articulación justo después de administrarla; aunque en la mayoría de casos, esos síntomas se desvanecen en el transcurso de las primeras 48 horas posteriores a la inyección.
Las complicaciones a largo plazo, pese a ser raras, pueden incluir daño nervioso, infección en la articulación, daño de los tendones vecinos y afinamiento de los huesos cerca del sitio de la inyección. Algunas personas sienten alivio temporal del dolor debido al medicamento anestésico que generalmente se aplica con estas inyecciones, pero no obtienen alivio a largo plazo del dolor. Por otro lado, no se puede administrar esta inyección a quienes toman anticoagulantes para el tratamiento de un accidente cerebrovascular y de trastornos cardiacos o del corazón, ya que puede resultar peligroso tomarlos.
Existen evidencias de que repetir las inyecciones de corticosteroides no garantiza que la artritis deteriore la columna con el tiempo, mientras que la administración crónica de estas inyecciones termina por deteriorar el cartílago dentro de la articulación y deriva en el daño permanente de ésta. Es por ello, que estas inyecciones normalmente no se administran con más frecuencia, únicamente cada seis semanas. Además, se recomienda que las personas no se administren las inyecciones más de tres o cuatro veces por año.
Si observa que los síntomas de la osteoporosis reaparecen, revise las ventajas y los riesgos de una segunda inyección de corticosteroides con el médico para decidir si otra inyección es la mejor opción para su salud.