Se presenta por factores genéticos y hormonales, de ahí que el 70% de las mujeres embarazadas lo presenten; 30% de ellas, permanecen con él después de la gestación. El uso de anticonceptivos, algún problema en la tiroides, la utilización de maquillajes con derivados de cítricos, y el no protegernos del sol, nos hace propensos a padecerlo. “Un 10% de la población joven lo puede tener, y predomina en las mujeres en relación de 9 a 1”, advierte la Dra.Ponce.
Tratamiento
Se utilizan productos que desmanchen la piel, como retinol, ácido glicólico, entre otros. Como es un padecimiento crónico, una vez que se suspende el tratamiento regresa. Pero sí se puede controlar, “a través de dermoabrasiones o láser, por ejemplo, se logra contrarrestar hasta en un 90 por ciento”, afirma el Dr. Gutiérrez Bravo.
Prevención
El uso diario de un protector con factor de protección solar número 30, así como tratar de no exponernos al sol entre las 11 y las 16 horas del día, contribuye a evitar la aparición de manchas en la piel.
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