En el articulo «Prognostic value of grip strength: findings from the Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE) study» (Valor pronóstico de la fuerza de agarre: hallazgos del estudio Prospectiva de Epidemiología Rural Urbana) [1] publicado en la revista The Lancet se informa que la fuerza muscular, es decir la medida de la fuerza de agarre, puede determinar con mayor precisión el riesgo de una enfermedad cardiovascular fatal en comparación con la toma de la presión arterial sistólica.
En el estudio «A requiem for BMI in the clinical setting«[2] (Un réquiem por el IMC -índice de masa corporal- en el entorno clínico) publicado en Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care; se sugiere que la relación entre la masa muscular y la masa grasa es un mejor indicador de la salud general que el índice de masa corporal (IMC).
Esto se debe a que los músculos hacen más que ayudarnos a mover. Juntos, actúan como un órgano enorme, influyendo en la movilidad, la fuerza, el equilibrio e incluso el metabolismo.
El Dr. Antonio Rojo, Director Médico en Abbott nos propone para mejorar la salud muscular, «enfócate en realizar ejercicios de fuerza y en tener una nutrición que te ayude en la construcción de masa muscular«. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas entre 18 y 64 años practiquen actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 minutos a la semana. Incluyendo al menos durante 2 días actividades de fortalecimiento muscular en los que ejerciten todos los grupos musculares principales [3].
Finalmente nos subraya que «adicionalmente, se recomienda ingerir entre 25 y 30 gramos de proteína en cada comida«[.]