La sudoración excesiva en algunas partes del cuerpo, sin que existan factores que lo detonen como estrés, nerviosismo, situaciones emocionales o factores ambientales, se debe a una alteración en la zona cerebral encargada de regular la temperatura corporal.
Así lo asevera Rosa María Ponce Olivera, Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, quien explica que dentro del cerebro -específicamente en el hipotálamo- es donde se ubica el controlador de la temperatura corporal; en algunas personas éste se encuentra alterado lo que provoca una sudoración excesiva en algunas partes del cuerpo.
Es una alteración poco frecuente, así lo reportan estudios científicos internacionales ya que afecta del 0.5 al 1% de la población en general, siendo las más comunes la axilar, palmar, de pies, espalda, ingle y entrepierna.
Afecta tanto a hombres como a mujeres y en muchos de los casos suele acompañarse de mal olor, por lo que se altera seriamente la vida social de estas personas.
La especialista señala que no existe un medicamento que incida directamente en el buen funcionamiento del hipotálamo, de ahí que no se cura, sólo se controla y para ello existen una variedad de fármacos que van desde tópicos, tomados e inyectados.
Enfatiza que en la actualidad existe un tratamiento a base de toxina botulínica con una efectividad del 80 al 100%, el problema es que el efecto es temporal y va de 6 a 12 meses.
Ponce Olivera destaca que es un padecimiento que se puede presentar desde los 12 años de edad, en los cuales también ha mostrado su efectividad la toxina botulínica.
Menciona que para tratar los casos severos, es decir, donde hay varias partes del cuerpo que sufren de esta sudoración excesiva, se puede llevar a cabo una intervención quirúrgica denominada simpatectomía.
Esta intervención laparoscópica, que lleva a cabo un cirujano de tórax, consiste en cortar el ganglio nervioso encargado de la sudoración ubicado a un costado de los pulmones y corazón.
Destaca que existen padecimientos dermatológicos secundarios a la hiperhidrosis palmar como pueden ser dermatitis por sudor y hongos, aunado a alteraciones psicológicas como inseguridad, baja autoestima y aislamiento.
Recomienda a las personas que noten que tienen una sudoración excesiva y permanente en las palmas de las manos o alguna otra parte del cuerpo, que acudan con el dermatólogo, quien es el especialista indicado para otorgar el diagnóstico y tratamiento de este tipo de alteración.