En México, 1 de cada 3 adolescentes padece sobrepeso u obesidad, lo que representa poco más de 5 millones de jóvenes que día a día enfrentan este padecimiento y las enfermedades asociadas a ella, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Y es que los malos hábitos que fueron aprendidos en la infancia, seguirán en la adolescencia.
De acuerdo con el Dr. Jesús Montoya Ramírez, medico bariatra encargado de la Clínica del Manejo Multidisciplinario de la Obesidad del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del ISSSTE, “los niños que presentan obesidad en los primeros siete años de vida tienen un 40 a 50% de probabilidades de ser adultos obesos y en los que inician la obesidad entre los 10 y 13 años, tienen un 70% debido a que los adipositos se multiplican en esta etapa de la vida”.
En el marco del Día Internacional de la Juventud, que se celebra este 12 de agosto, médicos bariatras hacen un llamado a combatir este mal y a sus enfermedades relacionadas que cobran al año 300 mil vidas.
El Dr. Montoya Ramírez expresó que “ alrededor de 80% de los adolescentes obesos lo serán el resto de su vida; menos de 5% de los adultos que bajan de peso se mantienen en su peso ideal en los siguientes cinco años posteriores al tratamiento y 6% recupera el peso perdido en los siguientes 6 a 12 meses”.
El especialista asegura que “al ser adolescentes y estar en periodo de desarrollo es riesgoso someterlos a procedimientos quirúrgicos permanentes, dado que se puede afectar la fase del crecimiento, por lo que un tratamiento restrictivo, temporal y no quirúrgico como el balón intragástrico es uno de los dispositivos ideales para ayudar a la pérdida de peso”.
Agregó que “el balón intragástrico es un dispositivo hecho de silicona de alta calidad resistente, que se introduce por vía endoscópica al estómago, ocupando un espacio dentro del mismo y produciendo una sensación de saciedad temprana y plenitud prolongada; se tiene que retirar después de 6 meses de colocado. Cabe aclarar que si el paciente requiere bajar más de peso y las condiciones del estómago posteriores al retiro son adecuadas se puede colocar otro balón intragástrico para contribuir con el resto del programa.”
Autoestima a la baja
Aunado al tratamiento bariátrico para perder peso, el especialista recomienda que el paciente esté acompañado de un equipo multidisciplinario compuesto por un nutriólogo, médico cardiólogo, endocrinólogo y un psicólogo.
“En el caso de los adolescentes es necesario tener especial atención en la parte emocional, ya que muchos de ellos son blanco fácil de discriminación familiar, social y escolar, lo que provoca depresión y baja autoestima,” de acuerdo con la Psicóloga Blanca Ríos, especialista en pacientes bariátricos.
Agregó que “la presión social de las tallas cero en adolescentes obesos o con sobrepeso puede provocar ciertos descontroles emocionales, por ello cuando un paciente bariátrico comienza el proceso de perder peso, debemos cuidar que no pase de ser obeso a anoréxico. Todo esto lo logramos con terapias psicológicas durante todo su proceso que ayudan a un cambio en sus hábitos y percepciones.”
Los especialistas coincidieron en que los pacientes pueden “obtener perdidas de peso entre 15 y 25 Kg. en los 6 meses de duración. Además que es importante que la persona acuda con médicos especializados y que cuenten con un equipo multidisciplinario que le ayude y lo guíe antes, durante y posterior al proceso para que éste sea exitoso, además de que de esta manera no pone en riesgo su salud.”