La fascitis plantar o dolor en la planta del pie es un padecimiento producido por la manera en que, principalmente los corredores, realizan actividad física.
“Se trata de un proceso inflamatorio que se presenta en la planta del pie, lo que va del calcáneo, hueso cercano al talón, hasta donde inician los dedos del pie. Esa capa de músculos y tendones se ve afectada cuando se llevan a cabo muchos brincos y saltos, lo que hace que se vayan desgarrando, produciendo dolor y en ocasiones, comienza a aparecer algo conocido como espolón, un pedazo de hueso que se genera en el calcáneo y provoca dolor”, explica el Dr. Héctor Ochoa, ortopedista miembro del Consejo Mexicano de Ortopedia y Traumatología, AC.
“Se sabe que es un padecimiento con poca incidencia en la población, aproximadamente el 2 por ciento; sin embargo, si se toma como muestra un grupo de personas dedicadas al ejercicio, sobre todo corredores, ésta aumenta”.
¿Con quién acudir y cómo se trata?
La persona indicada para tratar este tipo de padecimientos es el ortopedista, quien indicará la realización de radiografías y ultrasonidos para verificar la presencia de un espolón, el cual puede o no sentirse físicamente, como el piquete de un clavo.
“En el caso de que se detecte, lo más frecuente es que se utilicen plantillas especiales para descarga, se tienen que llevar a cabo ciertos ejercicios y tomar medicamentos. En ocasiones se utilizan infiltraciones de analgésicos con esteroides los cuales tienen la finalidad de bloquear las ramas sensitivas. Con esto, el 95 por ciento de los pacientes se curan.
Algo curioso de este padecimiento es que se puede tener un espolón en ambos pies pero sólo en uno de ellos producir dolor”, agrega el médico.
Aunque llega a aparecer en personas que no llevan a cabo actividad importante, en el caso de los corredores, el grupo más afectado, el Dr. Ochoa recomienda para prevenir lo siguiente:
- Correr en arcilla o pasto, no concreto.
- Usar zapatos adecuados, con aire en la base para que funcione como amortiguador.
- Aprender a correr correctamente: Apoyar talón y luego la punta del pie.
- Procurar no saltar cuando se esté corriendo.