Los parásitos intestinales puede infectar a cualquiera, los grupos que se han identificado como los de mayor riesgo son: los niños entre dos y cinco años, los adolescentes y las mujeres en etapa reproductiva, debido a que a la parasitosis se le asocia con carencias nutricionales, principalmente de hierro y vitamina A, además que un factor desencadenante está en la ingesta de alimentos en sitios con muy poca o nula higiene.
De acuerdo con el Dr, Gerardo Casanova, infectólogo, las consecuencias de las parasitosis pueden tener un efecto negativo en las personas que se encuentran en la etapa de crecimiento físico e intelectual, debido a que los parásitos intestinales son un grupo de organismos que viven a expensas de los seres humanos, alojándose en su aparato digestivo y compitiendo por el consumo de las sustancias alimenticias, lo que propicia desnutrición, anemia y debilidad en general.
Las persona que suelen desparasitarse dos veces al año, protegen su salud y la de su familia debido que los parásitos intestinales pueden frenar el desarrollo físico e intelectual de los niños; y en los adultos, los efectos se traducen en una falta de capacidad en la concentración de sus actividades diarias o en el trabajo, provocando un bajo rendimiento laboral y cotidiano.
A nivel mundial la parasitosis intestinal representa un importante problema de salud pública, pues se calcula que casi un tercio de la población del planeta padece esta enfermedad, siendo los países en vías de desarrollo los más afectados, entre ellos México.
En México, las parasitosis intestinales ocupan el segundo lugar entre las enfermedades transmisibles reportadas, superadas por las infecciones respiratorias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la desparasitación de toda la familia cuando menos dos veces al año, en zonas de alta frecuencia de parasitosis.
Sin duda, el suministro periódico de medicamentos en dosis únicas es una excelente herramienta para el control de la parasitosis intestinal, no obstante, esta práctica debe acompañarse de buenos hábitos de higiene y saneamiento para lograr que cada vez menos personas padezcan esta enfermedad.