La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina anunciaron acciones conjuntas para fortalecer la capacidad de los países de las Américas para responder a brotes de enfermedades y epidemias, incluido el ébola, en el marco de la VII Cumbre de las Américas, que se realiza el 10 y 11 de abril en Panamá.
El CAF puso a disposición hasta 300 millones de dólares para apoyar los esfuerzos de preparación frente al ébola y otros brotes potenciales de enfermedades. El anuncio fue realizado por la Directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, y el Presidente Ejecutivo del CAF, Enrique García, quienes declararon que el impacto de enfermedades como el ébola puede ir más allá del sector de la salud.«En nuestro mundo interconectado, los brotes de enfermedades pueden tener graves repercusiones económicas y sociales«, sostuvo Etienne. «Los países deben estar preparados para protegerse«, agregó.
García manifestó que «los 300 millones de dólares demuestran la voluntad del CAF de seguir ofreciendo opciones financieras y asistencia técnica a sus países miembros para ayudar a sus gobiernos a manejar situaciones de riesgo, iniciar planes de prevención y responder con agilidad en el momento propicio al afrontar emergencias«.
El financiamiento del CAF, que fue aprobado por su Junta Directiva a finales de 2014, estará disponible para apoyar esfuerzos específicos incluidos el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia epidemiológica y de los servicios de salud, para garantizar una respuesta rápida y eficaz a potenciales brotes de enfermedades. La OPS/OMS prestará apoyo técnico al CAF y a los países miembros en la preparación frente a brotes, en colaboración con gobiernos nacionales en América Latina y el Caribe.
La OPS/OMS ha emprendido una serie de acciones para ayudar a sus países miembros a detectar, contener y prevenir la transmisión local de cualquier caso importado de ébola. Éstas forman parte de esfuerzos más grandes de la organización por ayudar a sus países miembros a prevenir y responder a riesgos para la salud pública mundial que cruzan las fronteras y amenazan a las poblaciones, en el marco del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), un tratado internacional firmado por todos los Estados Miembros de la OMS.