La ciencia avanza a grandes pasos en materia de medicina, cada día nuevos descubrimientos nos abren la perspectiva a un mejor futuro y calidad de vida.
“En el futuro vendrán métodos orales para el control de la fertilidad fortificados con folatos, cuyo objetivo es proteger la calidad del ADN contenido en el óvulo al momento en que la mujer que desee suspender el uso del anticonceptivo y embarazarse. También estarán disponibles novedosos sistemas intrauterinos de dosis bajas, así como una generación de parches anticonceptivos transparentes y con filtro de luz ultravioleta que al tiempo de ser altamente eficaces, ayudarán a mantener saludable la piel femenina”, menciono el Dr. Mauricio Mendieta, de Bayer Schering Pharma.
Esto hará que la mujer tenga bebés más sanos, pues se tratará de píldoras elaboradas con hormonas no sintéticas, idénticas a las que genera el organismo femenino; y nuevos parches transdérmicos anticonceptivos transparentes con filtro UV.
Aunque parezcan métodos anticonceptivos del mañana, muy pronto estarán disponibles para que las mujeres puedan decidir sobre su maternidad con mayor seguridad, eficacia y reciban beneficios adicionales en su salud y bienestar.
Por ello, a 50 años del acceso de la mujer a la primera píldora anticonceptiva, es de fundamental importancia seguir impulsando la investigación en esta área, de manera que los nuevos métodos sean cómplices y aliados de los proyectos de crecimiento femenino, como lo fue aquella primera pastilla, expresa el Gineco-Obstetra Mauricio Mendieta Albornoz, responsable de la Unidad de Negocio Salud Femenina de Bayer Schering Pharma en Bayer de México.
Por su parte la investigadora Edna Torres Ramos, maestra en Estudios de la Mujer, por la Universidad Autónoma Metropolitana, destaca cómo los métodos hormonales han ayudado a cambiar la vida de las mujeres, pues al tener el control de su maternidad les ha permitido disfrutar su sexualidad, continuar son sus estudios e integrarse al campo laboral remunerado. Gracias a la píldora, las mujeres además de planear cuándo y cuántos hijos tener, pueden decidir libremente sobre su cuerpo y vida.
Ejemplo de ello es que el uso de los anticonceptivos en México ha favorecido un descenso en la tasa global de fecundidad de 5.7 hijos por mujer en 1976[1] a 2.1 en 2005[2]. A la par, mientras que en la década de los 60 sólo 16% de las mujeres formaban parte de la Población Económicamente Activa[3] hoy más de 30% trabajan[4]. Sin embargo, cuando la primera píldora anticonceptiva salió a la venta, no todas las mujeres podían acceder a tal innovación.
Durante la década de los 60 sólo podía prescribirse a las que estuvieran casadas y debían contar con autorización expresa de su marido. Incluso, en México el uso de los métodos anticonceptivos hormonales se aceptó legalmente hasta 1975, en el marco de la promulgación de la Ley General de Población.
El cambio social ha sido evidente, existe una gran diferencia entre las luchas de aquellos primeros grupos feministas que impulsaban el acceso universal a la píldora anticonceptiva en los años 60, hasta hoy día, en el que, gracias a la evolución de los métodos anticonceptivos, muchas postergan su maternidad para después de los 35 años, cuando han alcanzado éxito laboral; mientras que otras deciden ser madres sin la compañía de un hombre y algunas más optan por nunca tener hijos.
“Para alcanzar tales objetivos, las mujeres actualmente cuentan con opciones anticonceptivas eficaces, seguras y con beneficios adicionales. Por ejemplo, píldoras de baja dosis hormonal para mitigar el Síndrome Premenstrual; para controlar los síntomas del Síndrome de Ovario Poliquístico además de beneficiar el peso corporal al evitar la retención de líquidos; otros que mejoran el aspecto de la piel y el cabello, así como inyecciones de aplicación mensual o el endoceptivo intrauterino cuya protección anticonceptiva se prolonga varios años y reduce el sangrado menstrual abundante”, refiere el Dr. Mendieta Albornoz.
Pocos fármacos en la historia de la medicina han estado tan vinculados con el progreso social y económico de la humanidad, y de las mujeres en particular, como los anticonceptivos hormonales. Para cada una de ellas se han diseñado métodos acordes con sus necesidades y estilo de vida; seguramente vendrán mayores cambios, nuevos esquemas sociales y femeninos, en los cuales ellas ocuparán lugares cada vez más protagónicos, enfatiza.