Como parte de las actividades de sensibilización del uso de antibióticos, Becton Dickinson, lanzó la campaña “Soy un luchador de la resistencia” promoviendo el uso de la etiqueta #IamaResistanceFighter, que tiene por objetivo dar a conocer las implicaciones que tiene el uso equivocado o descontrolado de los antibióticos para juntos promover un uso adecuado de los mismos.
“Estamos interesados en impulsar el mundo de la salud y promover mejores prácticas que garanticen la seguridad y el cuidado de las personas, por ello, esta campaña es un esfuerzo colectivo en el que una comunidad de líderes, organizaciones e individuos nos unimos para fomentar el compromiso de todas las personas (tanto pacientes, como autoridades y profesionales de la salud) a tomar las medidas necesarias para reducir las tasas de infección, incidencia y mortalidad por la RAM”, señaló Juan Pablo Solís, Vicepresidente y Gerente General para México, Centroamérica y el Caribe.De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año la resistencia antimicrobiana (RAM) cobra la vida de 700 mil personas en el mundo. A pesar de que en México no existen cifras oficiales, está catalogado como un problema de salud pública con un crecimiento alarmante y resulta ser un mal tan apremiante y prioritario de tratar como la malaria, la tuberculosis, el cáncer o el SIDA. Si no se toman acciones de prevención y control pertinentes, para el año 2050 las muertes relacionadas con la RAM podrían superar las defunciones por cáncer [1].
Es por ello que en el marco de la Segunda Semana Internacional de Ciencia Regulatoria y Buenas Prácticas Regulatorias, a cargo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y el Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos Biólogos de México (CNQFBM), se hizo un fuerte llamado a la población nacional para usar correctamente los antibióticos para combatir la RAM y entender los diferentes retos que enfrenta del sistema de salud en este tema.
La resistencia antimicrobiana (RAM) es la habilidad que tienen los microorganismos como bacterias, virus y algunos parásitos, de anular o impedir los efectos de los antibióticos que actúan contra ellos. Esta resistencia representa una gran amenaza para todas las personas de cualquier edad, en cualquier lugar del mundo.
Entre las acciones y recomendaciones que resalta la campaña “Soy un luchador de la resistencia” y que todas las personas deberían practicar para combatir la RAM, se destacan [2]:
- Usar antibióticos solo cuando los recete un profesional de la salud certificado.
- Terminar siempre las prescripciones de antibióticos.
- Nunca compartir ni usar antibióticos sobrantes.
- No ingerir antibióticos para los virus como el resfriado o la gripe (los antibióticos solo funcionan con las bacterias).
- Prevenir infecciones lavándose las manos con regularidad y preparar los alimentos de forma higiénica.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
- Mantener las vacunas al día.
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Pública, resaltó algunos factores que deben tenerse en cuenta para abordar el grave problema de salud pública que representa la resistencia antimicrobiana en México:
- La ausencia de un cuerpo regulatorio que controle eficazmente el uso y la venta de antimicrobianos,
- La prescripción inadecuada,
- La automedicación con estos fármacos
- y la escasa información disponible sobre resistencia antimicrobiana (incluyendo los reportes errados o poco confiables de identificación y susceptibilidad bacteriana) [3]
Aunque las compañías farmacéuticas avanzan en el desarrollo de nuevos medicamentos y antibióticos más agresivos, los microorganismos infecciosos no paran de reproducirse aceleradamente siendo más resistentes incluso a esos nuevos tratamientos. Por ello, “hoy se hace indispensable trabajar en conjunto con dispositivos y tecnología médica que ayuden a prevenir, diagnosticar, controlar y disminuir la propagación de infecciones en los centros de salud, incluidas cepas resistentes a los medicamentos; al mismo tiempo, la comunidad médica debemos apoyarnos en sistemas de monitoreo que tengan la capacidad vigilar y entregar informes de vanguardia para monitorear, rastrear y predecir los brotes de AMR”, enfatizó Elizabeth Woody, Vicepresidente de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales de BD Global.
Es necesario hacer pruebas con tecnología innovadora que den señales de la respuesta inmunológica de cada persona y a partir de ahí, tomar mejores decisiones para el tratamiento dosificado en cada paciente. “Entre las herramientas que ayudan a la comunidad médica a acelerar estos diagnósticos, se encuentran el espectrómetro de masas, pruebas PCR (reacción en cadena de la polimerasa) que permiten ampliar pequeños fragmentos de ADN para identificar los microorganismos que causan enfermedades, los hemocultivos y aparatos de vanguardia para detectar influenza y sus derivados” indicó Gustavo Gutiérrez, director de Sistemas de Diagnósticos de BD México, Centroamérica y el Caribe[.]
[referencias]