En el momento en que el niño o adulto, monta al caballo, la temperatura del equino combinada con la postura del paciente y complementado con los ejercicios físicos de relajación y confianza.
El caballo pone a nuestro servicio tres características que son la base para el uso de la equitación como terapia:
- Transmisión de calor corporal.
- Transmisión de impulsos rítmicos.
- Transmisión de un patrón de locomoción, equivalente al de la marcha humana.
Transmisión del calor corporal
La temperatura del caballo ayuda a distender y relajar los músculos, ligamentos y favorece la sensopresión táctil.
También dentro del área psicoteafectiva, el calor del caballo puede fungir como sustituto del calor materno, ya que conjunto con el movimiento suave, produce la sensación de ser merecido, sintiendo seguridad, amor y protección, favoreciendo así la autoconfianza y la aceptación.
Transmisión de impulsos rítmicos
Los impulsos que el caballo transmite al andar se propagan por medio de la columna vertebral hacia la cabeza, generando reacciones de equilibrio y de enderezamiento del tronco. Mediante el movimiento es posible activar nuevas áreas neuronales para compensar las que pudiesen estar dañadas, favoreciendo la neuromotricidad.
También es auxiliar en la reconstrucción de la confianza primaria de la persona al ayudar a liberar traumas y bloqueos psíquicos por el efecto mecedora del caballo.
Transmisión de un patrón de locomoción tridimensional
El patrón fisiológico de la marcha humana que se realiza durante la monta, se graba en el cerebro y con el tiempo se hace de forma automática, lo que facilita la transferencia a la marcha pedestre. Esto es ideal para pacientes con parálisis cerebral.
La sensación de avanzar, caminar o correr hacia delante y sin obstáculos, que da el patrón tridimensional, ejerce gran influencia positiva sobre un estado de depresión o angustia.
La Equinoterapia es una excelente y efectiva alternativa para liberar la ansiedad y el estrés, dado que en el momento en que el niño o adulto, monta al caballo, la temperatura del equino combinada con la postura del paciente y complementado con los ejercicios físicos de relajación y confianza, más la de respiración adecuadas, estimulan el autoestima del paciente así como su percepción del mundo, dándole una sensación de grandeza, porque su plano espacial queda por encima de la generalidad del ser humano y le da la sensación de dominio, por lo tanto a nivel cerebral genera el proceso químico de liberación de endorfinas necesarias para la relajación y la sensación de bienestar total de las personas que sufren de estrés.
Con información de la Fundación Centro Equinoterapia “Vida a Galope” A.C., la cual se fundó en el año 2009 por la Dra. Martha Sada y un equipo de terapeutas.