El cambio de año es una buena época para hacerse nuevos propósitos, tales como seguir una alimentación con más frutas y verduras o realizar más actividad física. Las profesoras de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Alicia Aguilar y Marta Massip-Salcedo, nos proponen algunos consejos.
Estos son algunos consejos para que la báscula no se dispare demasiado estos días y el cuerpo no se resienta de los excesos.- No saltarse comidas. Después de comidas abundantes, no es bueno saltarse las comidas que las siguen. Una opción es hacer una cena o una comida ligera con ensalada o verduras hervidas, unos huevos duros o pescado a la plancha.
- Evitar restringir grupos de alimentos o hacer dieta unos días antes de empezar las fiestas. “Con ello se conseguirá el efecto contrario y, cuando vengan las comidas fuertes, tendremos mucho más apetito y comeremos más de lo que lo haríamos en condiciones normales” explica Aguilar. Seguir una dieta equilibrada, con los criterios de la dieta mediterránea, es la mejor garantía para evitarlo.
- Tener cuidado con los dulces. La profesora Massip-Salcedo nos deja claro que si se abusa de los dulces, aunque se haya comido mucho, enseguida se vuelve a tener hambre. La explicación la encontramos en el páncreas. La profesora explica que “cuando comes muchos dulces, aumentan los niveles de glucosa en la sangre, y entonces el páncreas segrega mucha insulina para recoger esta glucosa, que si llegara a niveles muy altos sería peligrosa, y la almacena. Como ha habido una liberación masiva de insulina, el cuerpo detecta que le falta más azúcar para volver a los niveles normales y te dice: vuelve a comer. Y esto acaba siendo un circulo vicioso”.
- Alerta con las botanas grasas. Los quesos, las frituras o las carnes frías se pueden sustituir por otros alimentos menos calóricos.
- Elegir entre botana y postre. Si se abusa de las botanas hay que poner límites a los postres. En cambio, si no come mucho antes de la comida, se puede disfrutar un poco más de los postres dulces.
- El alcohol, un triple peligro. Más allá del peligro al volante y de los efectos nocivos que tiene para la salud, el alcohol aporta muchas calorías, especialmente los licores de alta graduación, como el vino, el tequila o el ron. No habría que superar 2 o 3 copas de vino por comida.
- La Navidad no dura quince días. Entre el 24 de diciembre y el 6 de enero, tienen lugar como máximo 6 celebraciones en las que las comidas pueden ser más abundantes. El resto de días, hay que comer con normalidad, priorizando una alimentación más vegetal que incluya 5 ingestas de fruta o verdura al día, frijoles, arroz o pasta, huevos, pollo o pescado. Estos días en los que se come de forma más ligera se puede tomar alguna porción de postre sin tener remordimientos.
- Escucha al cuerpo. Tener una mala digestión, sentirse pesado, notarse un poco bajo de ánimo si se ha abusado de los dulces, tener necesidad de desabrocharse el botón del pantalón o tener la sensación de llegar forzado a la siguiente comida son síntomas que pueden indicar que se ha comido demasiado.
- Más ingesta, más movimiento. Realizar un poco de actividad física incrementará el gasto energético. El ejercicio después de comidas abundantes, aunque sea pasear, puede ayudar al cuerpo a restablecer el peso que se tenía antes de las fiestas. Andar, bailar o jugar videojuegos con movimiento pueden ser opciones alternativas adecuadas a los juegos de mesa sentados.
Las dos profesionales nos desaconsejan seguir una dieta hipocalórica los días previos o posteriores a las fiestas y son partidarias de la dieta mediterránea, con el consumo de 5 raciones de fruta y verdura diarias.
Sitios de interés
- Universitat Oberta de Catalunya http://www.uoc.edu/portal/es/index.html