La forma de socializar de cada género y los modelos tradicionales y contemporáneos afectan la salud de hombres y mujeres en forma distinta: Para ellas, la sobrecarga de los cuidados hacia otras personas, la reproducción, la tareas no remuneradas, las situaciones de subordinación, abusos y la violencia de género; la competitividad, el ideal corporal y la eterna juventud, pueden explicar que ellas se sientan con peor salud y menor expectativa de vida saludable. Para ellos, el mantenimiento de las relaciones de poder, el ideal de éxito y la competitividad son explicativos del modo de enfermar de ellos.
Si bien, las mujeres viven más años que los hombres, su percepción subjetiva de la salud es peor; en general, los hombres presentan enfermedades más graves y fatales, mientras que las mujeres acumulan problemas crónicos que repercuten negativamente en la valoración de su salud. En la percepción del estado de salud, el 46% de las mujeres declara que su salud es entre regular y muy mala, frente al 37% de los hombres.
Por otra parte, los hombres ingresan más en los hospitales y tienen más muertes prematuras, sin embargo, el 60% de la población femenina tiene enfermedades crónicas y el 56% tiene limitaciones para su actividad diaria, siendo, la tasa de discapacidad de las mujeres casi 10 puntos más altas que la de los varones.
La esperanza de vida de las mujeres se sitúa en 83,8 años y la de los hombres en 77,2, de modo que ellas viven 6,6 años más que ellos. Según Carmen Valls, doctora en medicina y especialista en salud y género, “las mujeres viven más porque tienen mejor sistema inmune contra las infecciones que los hombres”.
Diferencias entre hombres y mujeres en ciertas enfermedades
Enfermedades cardiovasculares: Aparecen cerca de diez años más tarde en las mujeres.
Depresión: Las mujeres tienen de dos a tres veces más probabilidades de padecerla.
Osteoporosis: El 80 % de quienes la padecen son mujeres por la mayor pérdida de masa ósea.
Tabaquismo: Afecta más la salud cardiovascular de la mujer y el síndrome de abstinencia al dejar el cigarrillo es más fuerte en ellas que en los hombres.
Enfermedades de transmisión sexual: Las mujeres tienen el doble de riesgo de contraerlas.
Anestesia: Las mujeres se recuperan antes que los varones.
Reacción a las drogas: Los efectos de los antihistamínicos y los antibióticos son diferentes en los hombres y en las mujeres.
Enfermedades autoinmunes: El 75 % de las personas con esclerosis múltiple o lupus son mujeres.
Dolor: Los opiáceos son más efectivos en ellas.
Efectos del alcohol: Ellas producen menos enzimas para metabolizar el etanol en el estómago, por lo que el contenido de alcohol en su sangre es mayor.