Por Marien Garza, Miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition. En cuanto escuchamos la frase “sodio en los alimentos”, seguramente todos tenemos en mente alguna connotación positiva o negativa, a partir de lo que sabemos acerca de este ingrediente en los productos que consumimos.
En esta ocasión, quiero hablar del sodio desde sus orígenes. Muchos de nosotros lo estudiamos como elemento químico con símbolo Na, en la tabla periódica, pero es muy interesante saber, que como humanos, lo descubrimos a principios de 1800 y que es un metal alcalino blando, untuoso, de color plateado, muy abundante en la naturaleza, encontrándose en la sal marina y la mineral halita.
El sodio no solamente se encuentra en la sal de mesa que nos acompaña en nuestro consumo diario, es componente de muchos minerales. Es un micronutriente esencial para la vida y juega un papel importante en nuestro funcionamiento y equilibrio.
A continuación, enlisto algunas de sus funciones principales:
- Interviene en el equilibrio ácido-base.
- Ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales dentro y fuera de las células (homeostasis).
- Para mantener el equilibrio interno de líquidos y electrolitos, el agua, el sodio y el potasio están en constante movimiento entre los compartimentos corporales intracelular y extracelular.
- Trabaja junto con el Potasio para ayudar a regular la presión sanguínea y mantener una distribución adecuada del agua en el cuerpo.
- Es necesario para la transmisión y la generación de los impulsos nerviosos.
- Ayuda a que los músculos respondan correctamente a los estímulos.
- Interviene en la formación proteica y celular.
Y después de mencionar algunas de sus funciones, recalco entonces, la importancia de su consumo y de mantenerlo en equilibrio en nuestro organismo y evitar el exceso.
El exceso de sodio se llama clínicamente hipernatremia y se manifiesta con edema (hinchazón de los tejidos debido a una retención excesiva de líquidos) sed y disminución de la producción de orina. La deficiencia, hiponatremia, y puede causar dolor de cabeza, confusión, convulsiones, espasmos musculares, náuseas y vómitos.
Ahora ya lo sabes, el sodio va mucho más allá de solamente ser componente de la sal.