“Tenía 49 años y preparada el festejo de mi cumpleaños 50. Nunca imaginé que ese año mi vida cambiaría para siempre tras un diagnóstico que me desgarró por dentro e hizo que en ese momento mi futuro se volviera negro: fui diagnosticada con Parkinson.”
Así cuenta su historia Edit Zamora, una mujer cuya lucha contra la enfermedad ha sido motivo de admiración, desde hace 11 años. Ella es integrante de la Asociación Mexicana de Parkinson (AMPAC), dentro de la cual reciben no sólo terapias de rehabilitación y ayuda, sino también el cariño y la compañía de otras personas que comprenden el dolor y sentir de quienes tienen esta enfermedad.
La señora Zamora tenía sensaciones raras como un frecuente dolor del hombro izquierdo que se prolongaba o la dificultad para mover el brazo, además de que sentía rigidez en el dedo anular de la mano izquierda. “Un familiar me dijo que no era normal, que podría ser un problema neurológico, que no lo dejara pasar y que fuera al médico.”
Tras esa advertencia, se dio a la tarea de ir al especialista y Edit recibió la mala noticia: “usted tiene Parkinson”.
Y así fue, el médico no se equivocó. Hoy, tras 11 años de su diagnóstico, Edit sigue luchando por mantenerse en pie y con la esperanza de que los tratamientos hagan más lenta la progresión de su enfermedad.
Detener la enfermedad es posible
Actualmente, en México la prevalencia del Parkinson es de 200 a 400 personas por cada 100 mil habitantes, pero de acuerdo con especialistas, muchas personas que tienen esta enfermedad han sido mal diagnosticadas o aún no les ha sido detectado el mal.
El Dr. Humberto Carrasco, médico internista y neurólogo subespecialista en movimientos anormales, afirmó que “la detección temprana de la Enfermedad de Parkinson marca la diferencia en la calidad de vida del paciente, ya que al ser diagnosticado en la primera fase, puede recibir un tratamiento que le ayude a hacer más lenta la progresión de la enfermedad y con esto poder continuar con sus actividades diarias.”
El también integrante de la Academia Mexicana de Neurología afirmó que muchos pacientes no reciben un diagnóstico adecuado y tienen muy poca información porque no acuden con el médico neurólogo, el especialista adecuado para este tipo de diagnósticos.
También es necesario que el especialista valore la tolerancia del paciente a los medicamentos y le brinde la mejor opción con menos efectos secundarios o bien no lo esclavice a varias tomas al día, dijo el especialista.
De acuerdo con el Dr Carrasco, en la actualidad existen muchos medicamentos en el tratamiento contra Parkinson, pero recientemente el estudio ADAGIO demostró que sólo Rasagilina retrasa el avance de la Enfermedad y que puede ser usado tanto en monoterapia como en combinación (se puede usar sólo o con otros medicamentos antiparkinsonianos), al tiempo que se toma 1 vez al día.
Si una persona comienza a presentar temblor en un lado del cuerpo, aunado a rigidez muscular, es necesario que acuda al especialista para que se le realice un diagnóstico correcto; y si se trata de Parkinson, brindarle una terapia adecuada, segura y eficaz para controlar el padecimiento.
Un trastorno degenerativo
La Enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo y crónico del sistema nervioso central que afecta las neuronas que producen la dopamina cerebral, una sustancia química esencial en el control de los movimientos musculares y es la segunda enfermedad neurodegenerativa a nivel mundial, después de la enfermedad de Alzheimer.
Los síntomas más comunes del Parkinson son: temblor, lentitud de movimiento, endurecimiento muscular (rigidez) y pérdida del balance postural, además de síntomas no motores como depresión, ansiedad, pérdida del olfato y estreñimiento crónico, mismos que pueden preceder a los motores incluso por años.
Existe un tratamiento llamado Azilect (rasagilina), tabletas de 1mg, indicado para el tratamiento de los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson, como una terapia única inicial o bien como terapia combinada con levodopa en el tratamiento de las etapas más avanzadas de la enfermedad. Pero como siempre decimos aquí en Plenilunia, antes que nada pregunta a tu médico.