Hablar de incontinencia urinaria suele ser poco común, y no porque éste sea un síntoma que pocas personas enfrenten, pues se estima que 1 de cada 4 mujeres y 1 de cada 8 hombres viven con algún nivel de incontinencia; sin embargo, más de la mitad de quienes lo padecen no busca ayuda ni apoyo por vergüenza, así lo refiere la Encuesta Essentials 2020 de Essity.
Por lo tanto, es importante visibilizar este síntoma tan común y, sobre todo, conversar acerca de los sentimientos y emociones que surgen al respecto en las personas que la padecen, en su mayoría mujeres.
¿Conoces a alguna persona con incontinencia urinaria?
Se estima que una de cada dos personas conoce a alguien que le ha hablado de sus fugas de orina, refiere el mismo estudio Encuesta Essentials 2020, siendo las mujeres, la población más afectada.
Esto lo confirman también autoridades de salud: de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal en 2018, la mitad de las mujeres en México sufrirá en algún momento de su vida de incontinencia, mientras que diversos estudios de la Sociedad Mexicana de Urología aseguran que las fugas de orina afectan más al sector femenino, y que se encuentran infradiagnosticadas e infravaloradas.
Las razones, principalmente la vergüenza; de hecho, siguiendo con el estudio Essentials 2020, este sector -las mujeres- se siente más incómodo al hablarlo que los hombres.
Cristina Cortina, psicóloga y psicoterapeuta, reconoce que para hacer que este proceso de adaptación sea más sencillo, es importante tener las siguientes consideraciones:
- Recibir un tratamiento oportuno por parte de un especialista para determinar el tipo de incontinencia que se enfrenta.
- Buscar apoyo psicológico personalizado para identificar nuevas necesidades y adaptaciones en función de cada estilo de vida. Específicamente, tener el acompañamiento adecuado de protección.
Duelo, tristeza, depresión
La especialista señala que es importante que las personas con incontinencia y los familiares puedan identificar las fases que se presentan en este duelo para poder acompañarlos y acompañarlas:
Negación: Niegan rotundamente la situación. “Esto no me está pasando a mí”, perciben la incontinencia como algo pasajero, algo que va a pasar y todo regresará a ser como antes.
Enojo: Descontento por no poder cambiar la realidad, “¿Por qué a mí?”
Tristeza profunda: Cuando se dan cuenta que este cambio es irreversible y no hay nada que puedan hacer.
Aceptación: Esta última fase del duelo sucede cuando las personas encuentran maneras de aceptar la pérdida y buscan cómo adaptarse a su nuevo estilo de vida. En esta fase se pueden utilizar todas las herramientas que le ayudarán a tener mejor calidad de vida.
Aceptación
Para llegar a la aceptación es importante vivir todas las fases anteriores del duelo, comenta la psicoterapeuta, quien destaca que al estar en esta etapa se puede aprender a lidiar con la vergüenza, que es una emoción que pretende ocultar alguna característica por que se cree que es un defecto, creyendo que si se ve, provocará rechazo.
Para aprender a manejar la vergüenza es importante primero aceptarse a uno mismo, entendiendo que la incontinencia no define a la persona que la padece. Reconocerse como una persona integral y aceptar que se tiene incontinencia pero sabiendo que no es un defecto, sino un síntoma.
Los estigmas
Aún existen muchos estigmas alrededor de la incontinencia urinaria que la hacen aún más difícil de enfrentar para muchos pacientes.
Por ejemplo, suele asociarse a personas mayores, como una causa natural del envejecimiento; sin embargo, como indica el mismo estudio, la incontinencia es un síntoma que puede afectar tanto a mujeres y hombres por diversas razones: desde problemas neurológicos y diabetes, hasta otros como el embarazo o las infecciones de vías urinarias frecuentes. Por tanto, puede estar presente en cualquier sector poblacional.
Para las mujeres, padecer incontinencia urinaria puede provocar consecuencias en dos terrenos:
- En el ámbito social, ya que se dejen de hacer actividades cotidianas por temor a sufrir algún accidente de orina en espacios públicos, como usar el transporte público, asistir a un cine o conciertos, o ir al gimnasio, así como restricciones en la vida social, familiar y de pareja para evitar tratar el tema.
- En el emocional, ya que se puede experimentar aislamiento y otros efectos psicológicos al enfrentarse a este importante cambio en su vida.
Acabar con la estigmatización, procurar la atención médica personalizada y el acompañamiento psicológico y emocional para cada mujer que vive con incontinencia es posible; permite crear entornos en los que se sientan más confiadas, seguras, saludables y dignas.
En este ámbito es donde las marcas especialistas en el tema, buscan ofrecer a las personas con incontinencia ligera una gama de productos de uso diario que les ayude a adaptarse mejor a esta condición, evitar sentir vergüenza y mejorar su calidad de vida.
Existen líneas de productos que incluyen toallas y pantiprotectores con tecnología Duo Absorb que permite absorber rápidamente los líquidos, además de que encapsula los olores, son suaves y se adaptan a la forma del cuerpo para el uso diario.
Conoce los tipos de incontinencia urinaria
De acuerdo con los expertos de Mayo Clinic, muchas personas experimentan pérdidas de orina menores y ocasionales. Otras pueden perder cantidades pequeñas o moderadas de orina con mayor frecuencia.
Los tipos de incontinencia urinaria comprenden:
- Incontinencia de esfuerzo. La orina se escapa cuando ejerces presión sobre la vejiga al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar algo pesado.
- Incontinencia urinaria por urgencia. Tienes una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tengas que orinar con frecuencia, incluso durante toda la noche. La incontinencia urinaria por urgencia puede deberse a una afección menor, como una infección, o a un trastorno más grave, como un trastorno neurológico o diabetes.
- Incontinencia por rebosamiento. Experimentas goteo de orina frecuente o constante debido a que la vejiga no se vacía por completo.
- Incontinencia funcional. Una discapacidad física o mental te impide llegar al baño a tiempo. Por ejemplo, si tienes artritis grave, es posible que no puedas desabotonarte el pantalón lo suficientemente rápido.
- Incontinencia urinaria mixta. Experimentas más de un tipo de incontinencia urinaria; la mayoría de las veces, esto se refiere a la combinación de incontinencia de esfuerzo e incontinencia urinaria por urgencia.
Cuándo debes consultar a un médico
Es posible que te resulte incómodo hablar sobre la incontinencia con el médico. Pero si la incontinencia es frecuente o está afectando tu calidad de vida, es importante buscar orientación médica, pues la incontinencia urinaria podría:
- Restringir tus actividades y limitar tus interacciones sociales.
- Repercutir de manera negativa en tu calidad de vida.
- Aumentar el riesgo de caídas en los adultos mayores cuando van de prisa al baño.
- Indicar una afección subyacente.