El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión. En algunos casos, se recomienda tratarlo todo el año, aunque las investigaciones han revelado que muchas personas con antecedentes de haberlo padecido pueden prevenirlo con el tratamiento de la caja de luz, aplicado a principios del otoño. En esa misma temporada del año, también puede ser provechoso empezar con los medicamentos.
[media-credit id=558 align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]Dr. William Leasure, del departamento de Psiquiatría y Psicología de Mayo Clinic nos explica que el trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que afecta principalmente a las personas durante los meses de otoño e invierno. El menor nivel de luz solar que hay en el invierno y el otoño, particularmente en los lugares más distantes de la línea ecuatorial, puede perturbar el reloj interno y dicha alteración es capaz de llevar a sentir depresión. El cambio de las estaciones también puede influir sobre la melatonina y la serotonina corporales, sustancias que desempeñan una función tanto en la sincronización del sueño como en el ánimo. La combinación de esos factores puede conducir al trastorno afectivo estacional.
«No solamente es sentir tristeza a medida que los días se acortan o tener la moral baja en enero, sino que implica presentar síntomas de depresión durante la época invernal. Esos síntomas pueden incluir tristeza, ira o fácil irritabilidad durante la mayor parte del día y casi a diario, pérdida del interés por las actividades que normalmente se disfrutan, dificultad para concentrarse, cansancio constante, falta de energía y, en algunos casos, sentimientos de que la vida no vale la pena o pensamientos suicidas«, agregó el Dr. William Leasure.
Las personas con trastorno afectivo estacional por lo general sienten la necesidad de dormir considerablemente más de lo normal. Además, éste hacer que la gente coma más y por ello, las personas afectadas tienden a engordar. Es también común sentir ansia por ingerir carbohidratos. Los síntomas de dicho trastorno pueden empeorar a medida que avanza el invierno, aunque por definición, empiezan a desaparecer según se alargan los días en la primavera.
Al referirse a los tratamientos existentes y eficaces para el trastorno afectivo estacional nos comparte que la terapia con la caja de luz es particularmente útil, «Las cajas de luz imitan la luz exterior, pero filtran la nociva luz ultravioleta de amplio espectro. Lo más común es recetar 30 minutos con la caja de luz al inicio de cada día o todas las mañanas, manteniéndola a una distancia aproximada de 60 cm, aunque hay que verificar las instrucciones del fabricante porque la intensidad de la luz determina la distancia a la que uno debe sentarse«.
Muchas personas usan la caja de luz mientras se preparan para el día, mientras leen el periódico o desayunan. Es por ello que empezar la terapia con la caja de luz a principios del otoño puede ayudar a evitar el desarrollo del trastorno afectivo estacional en los meses invernales. No obstante, si el paciente tiene o tuvo problemas con los ojos, como glaucoma o cataratas, debe consultar con el oftalmólogo antes de empezar la terapia de luz nos subraya el Dr. Leasure.
Nos informa que los medicamentos también pueden formar parte del tratamiento para el trastorno afectivo estacional. También existen también algunas medidas de autocuidado que el paciente puede tomar durante todo el año para intentar reducir el riesgo de presentar el trastorno afectivo estacional, tales como:
- hacer ejercicio con regularidad,
- mantener hábitos sanos para dormir y un ciclo predecible de sueño y vigilia,
- alimentarse sano
- y restringir la cantidad de dulces que ingiere.
Por otro lado, salir al exterior en días soleados también puede hacer diferencia nos menciona el Dr. William Leasure, «El paciente puede aprovechar los días despejados de invierno, cuando todo está cubierto de nieve, porque son sumamente brillantes y la exposición a la luz solar natural puede ayudar a aliviar el trastorno. Además, recién se descubrió que la psicoterapia también surte efecto con el trastorno afectivo estacional, aunque el tratamiento que ha demostrado ser el más exitoso para prevenirlo y tratarlo es la terapia conductiva conductual«.