De acuerdo con la investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Geriatría, María Fernanda Carrillo, estudios recientes han demostrado que la genética combinada con el estilo de vida que se vivió durante la juventud, son determinantes en el estado de salud del adulto mayor.
Otro elemento que se debe vigilar en la tercera edad es la nutrición, porque cuando es deficiente trae consecuencias en la funcionalidad y en el estado inmunológico, provocando fragilidad al medio ambiente y a las enfermedades agudas.Asimismo, se corre el riesgo de que se agudicen los padecimientos que ya tienen, como las infecciones, las enfermedades crónicas no transmisibles, caídas y lesiones.
Subrayó que es necesario contar con la asesoría del nutriólogo para conocer los alimentos que debe consumir una persona de la tercera edad de acuerdo con su condición de salud, la cual debe contener proteínas, calcio, vitaminas y antioxidantes.
La especialista también recomendó el consumo de fibra para la adecuada digestión y motilidad; el consumo de líquidos para favorecer la hidratación y evitar el sedentarismo.
Finalmente comentó que los adultos mayores pueden padecer desnutrición por alimentación deficiente o debido a que se presentan diversos cambios emocionales, como la depresión cuando viven en un ambiente social hostil.