Algunos consejos para reducir los riesgos a la salud asociados a las altas temperaturas ambientales que pueden ayudarte a evitar problemas como la deshidratación que afecta principalmente a niñas, niños, las y los adultos mayores.
Durante la época de calor, que inicia en marzo y concluye en octubre, también se reportan casos de insolación, lesión térmica relacionada al ejercicio físico -se presenta en personas que lo practican a temperatura mayor a los 28 grados centígrados y con elevada humedad-, calambres y golpe de calor, es decir, temperatura corporal de más de 39 grados.Por ello, la Dirección General de Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud nos comparte algunas recomendaciones:
- Tomar agua con frecuencia sea embotellada, hervida o desinfectada para mantenerte bien hidratado.
- No exponerse al sol por periodos prolongados, especialmente de 11:00 a 15:00 horas que es cuando la temperatura alcanza sus niveles más altos.
- Utilizar ropa ligera y de colores claros.
- Al salir a la calle utilizar gorra o sombrero, lentes oscuros, sombrilla y protector solar.
- Procurar permanecer en lugares frescos, a la sombra y bien ventilados.
- Al regresar al automóvil ten mucho cuidado al tocar las chapas y no olvides refrescarlo antes de subirte, recuerda que la temperatura en el interior aumenta considerablemente.
- Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, antes de comer, servir y preparar alimentos, y después de ir al baño.
- Lavar y desinfectar verduras y frutas.
- Mantener los comestibles crudos en refrigeración hasta su preparación.
- Evitar consumir comida en la calle, ya que el polvo la contamina y el calor la descompone con rapidez.
Imagen cortesía de Jim_Filim