Las actividades del ser humano se rigen por el ritmo circadiano, una especie de “reloj” interno que se encuentra en el cerebro, para ser más precisos, en el hipotálamo (núcleo supraquiasmático). Dicho reloj se encarga de llevar el control general de todos los órganos: su función se rige por la luz solar, lo que hace que el día y la noche influyan en nuestros estados de sueño-vigilia, actividad-descanso y hambre-saciedad.
Nuestras actividades orgánicas se encuentran en su máximo nivel durante el día y disminuyen por la noche. Por ello es que en el día nuestro intestino se encuentra activo, siendo éste el mejor momento para la óptima absorción de nutrientes.Por tal motivo es que los cambios de horario en la alimentación pueden dar lugar a una interrupción del trabajo normal del intestino y producir problemas gastrointestinales. Si a esto le agregamos una dieta rica en grasas y carbohidratos, a la larga es posible que desarrollemos sobrepeso u obesidad.
Afortunadamente, cuando enfrentamos cambios de rutina como el regreso a clases, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de elegir lo mejor para su salud. Un horario constante para la ingesta de alimentos y una dieta balanceada que incluya proteínas, grasas y carbohidratos de acuerdo a la edad, sexo y condición física de las personas, permitirán mantener un aparato gastrointestinal sano que aproveche los nutrientes necesarios, lo que ayuda a no subir de peso.
Nuestro organismo debe habituarse a hacer un desayuno y una comida fuertes y una cena ligera. Entre el desayuno y la comida es recomendable una colación como jícama, zanahoria, manzana, pepino o alguna verdura hervida, como chayote o calabaza, solas o acompañadas de queso panela. Cabe destacar que al igual que las comidas, las colaciones deben comerse a la hora que cada quien elija, pero siempre a la misma hora.
Asimismo, también es recomendable darle prioridad al consumo de agua natural por encima de refrescos o bebidas azucaradas, al igual que optar por una rutina de 20 a 30 minutos de ejercicio y cuidar las horas de sueño: lo recomendable para un adulto es acostarse entre las 9 y 10 de la noche.
Entre algunos de los malestares que puedes enfrentar en este regreso a clases se encuentran:
- Insomnio
- Indigestión
- Cambios de humor
De ahí la importancia de optar o retomar hábitos saludables y llevar una buena alimentación, actividad física y descanso.
Los hábitos son resultado de la educación que se adquiere en casa. En la etapa escolar, los padres juegan un papel fundamental en el desarrollo de estos hábitos, que serán una muy buena herramienta para que sus niñas y niños lleven una vida saludable.
De acuerdo con nuestro “reloj” biológico, hay momentos en el día y la noche en que naturalmente el cuerpo se encuentra mejor dispuesto, tanto para la actividad como para el descanso. |
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Hora | Reacción en el cuerpo |
06:45 a.m. | Elevación más aguda de la presión sanguínea. |
07:30 a.m. | Suspensión de secreción de melatonina (también conocida como hormona del sueño) |
08:30 a.m. | Inicio de movimiento intestinal. |
10:00 a.m. | Máximo estado de alerta. |
02:30 p.m. | Máxima coordinación. |
03:30 p.m. | Máxima rapidez de reacción. |
05:00 p.m. | Máxima eficiencia cardiovascular y fuerza muscular. |
06:30 p.m. | Máxima presión sanguínea del día. |
07:00 p.m. | Temperatura corporal más alta del día. |
09:00 p.m. | Inicio de secreción de melatonina. |
10:30 p.m. | Paralización del intestino delgado. |
02:00 a.m. | Sueño más profundo. |
04:30 a.m. | Temperatura corporal más baja del día. |
Referencias
- Ibarra R. Los Ritmos biológicos del ser Humano. 2014. e-Magazine Conductitlan. A (1) 127-137
- Mendoza J. Neurobiología del sistema circadiano: su encuentro con el metabolismo. 2009. Suma Psicológica, Vol. 16 N° 1: 85-95.
- Saavedra J. Zúñiga L., Navia C. y Vásquez J. Ritmo circadiano: el reloj maestro. Alteraciones que comprometen el estado de sueño y vigilia en el área de la salud. 2013. Morfolia; Vol. 5. No. 3. 16-34.