Para comprenderlas, los que estudian estos temas han buscado identificar las etapas del desarrollo en las que estas experiencias se presentan, así como sus características particulares. Está establecido que el maltrato durante ciertas etapas de la infancia afecta el desarrollo de varias regiones del cerebro, lo cual sugiere que el efecto sólo se presenta si la experiencia coincide con periodos sensibles del desarrollo cerebral.
Estos efectos se han documentado a partir de diferentes tipos de adversidades tales como experiencias traumáticas generales, experiencias traumáticas interpersonales, pérdidas parentales, agresiones tanto físicas como verbales así como maltrato físico.
Al hacer comparaciones entre grupos y tipo de maltrato varias investigaciones han encontrado algunas asociaciones más o menos específicas, como es el caso, por ejemplo, del abuso sexual temprano; o bien, el de castigos persistentes y psicosis.
Es importante considerar que las asociaciones pueden mostrar grandes variaciones que son debidas, posiblemente, al grado o intensidad de las experiencias; de esta manera la acumulación o la persistencia de estas experiencias se asociarían a un mayor riesgo de tener en el futuro trastornos mentales graves.
El comparar entre varios diagnósticos los diferentes aspectos de las experiencias infantiles como el tipo y el periodo de desarrollo en que se dan, proporciona información adicional para comprender mejor las interacciones. Por ejemplo, se ha evidenciado que la exposición a situaciones de estrés durante periodos específicos de vulnerabilidad coincidentes con etapas de maduración cerebral, afecta al desarrollo e incrementa la susceptibilidad para que se inicie una depresión mayor en la adolescencia.
En un reciente trabajo se exploraron los diferentes tipos de experiencias adversas infantiles en diferentes periodos del desarrollo, desde etapas tempranas hasta la adolescencia.
En todos los grupos diagnósticos, la cantidad de experiencias adversas se incrementó a lo largo de los diferentes periodos de edad. Se observó un incremento más pronunciado antes de la pubertad en comparación con otros periodos.
El hallazgo de que la historia de abuso sexual tuviera un alto impacto en el desarrollo de TLP y que la carga de estrés antes de la pubertad afecta el curso y gravedad de la DM corroboró lo que ya se había encontrado en otros estudios efectuados con antelación.
En cuanto a la esquizofrenia, es claro que las experiencias adversas son más frecuentes que las que se encuentran en sujetos sanos, pero son indiscutiblemente menores a las encontradas en otros padecimientos, si bien hay quien sugiere que la menor expresión de recuerdos de adversidades en estos pacientes puede ser parte del mismo proceso psicótico.
Estos hallazgos se explican debido a que en esta etapa del desarrollo el cerebro se encuentra en una fase de mayor sensibilidad debido a que muchas de sus estructuras se encuentran aún en etapas de maduración y desarrollo, tanto en las zonas de materia gris cortical como en las regiones subcorticales.
Desde luego que no se debe dejar a un lado la participación de otros factores, como los rasgos de la personalidad o bien la psicopatología presente en algunos padres.
Referencia
- Información clínica del Boletín virtual del Instituto Nacional de Psiquiatría “Juan Ramón de la Fuente”. VOL. 24, NÚMERO 10, OCTUBRE 2013.