Hay personas que no pueden evitar pensar que a pesar de estar actuando de la mejor manera, la vida de otros es más interesante.
Yo creo que lo que ocurre no es que nuestra vida sea aburrida, sino que estamos demasiado ocupados comparando nuestra vida con la de los demás y esto no nos permite disfrutar y valorar la nuestra.Es muy importante que nos demos cuenta que tenemos dos opciones: podemos ver que la vida pase frente a nuestros ojos sin que le tomemos sentido o bien podemos darnos un nuevo inicio, para lo que nos resta por vivir.
Hace un tiempo recuerdo a un paciente que me dijo que su principal problema era que consideraba que le había faltado vivir cosas que “tuvo que haber vivido” yo le pregunte que cuales eran esas cosas y me comento: que nunca se había ido de parranda, no se había emborrachado, no había tenido relaciones sexuales con una prostituta, no había ido a una discoteca (ahora conocidas como antros),siempre había sido fiel con sus parejas, no había faltado a la escuela nunca…etc, continuó lamentándose por todo lo que consideró que no se había permitido en su vida.
Lo primero que le pregunte fue:¿Quién dijo que necesariamente el requisito para sentirte feliz es vivir de esa manera? Después le comente que muchas de las problemáticas que yo veía en el consultorio tenían que ver con personas que habían vivido de la manera que él me estaba describiendo que le falto por vivir. Así que seguramente si ese fuera su caso de cualquier manera estaría aquí.
Créanme en ambos casos las personas sufren por la misma razón aun en circunstancias diferentes. La realidad de lo sentimos por cómo hemos vivido o vivimos, tiene más que ver nuestra baja estima y la falta de sentido pertenencia, esto se refiere a: ¿Quién soy? me siento ausente, ¿Donde pertenezco? me siento fuera de lugar, ¿Que estoy haciendo? actuó por inercia,…etc., en fin todas estas situaciones difíciles que preferimos evadir, ya que tienen que ver con enfrentarnos a nuestras circunstancias, entenderlas y cambiarlas.
Este es uno de los motivos principales por los cuales muchas personas prefieren mirar hacia afuera y vivir a través de los demás.
No podemos lamentarnos por quienes somos, porque lo único que tenemos seguro es que vamos a estar con nosotros toda nuestra vida. ¿Qué vamos a hacer con esta realidad? ¿Cómo vamos a continuar? ¿Podemos retroceder el tiempo? ¿Fantasiosamente si pudiéramos regresar el tiempo sabríamos lo que ahora sabemos?
Déjate de saturar de preguntas sin respuesta, no vas a tener una respuesta real de lo que hubiera podido ser, lo que si te puedo decir es que todos actuamos de acuerdo a nuestras circunstancias y nivel de conciencia así que seguramente harías lo mismo que hiciste antes, porque tu visión del mundo era distinta a la de ahora.
Lo verdaderamente transcendental es que lo que decidas hacer contigo ahora. Tú vida es un lienzo en blanco ¿Qué colores le vas a poner? ¿Qué imágenes visualizas para ti? Dale la vuela a la página, escribe tu nueva historia con pausas, acentos, y párrafos completos de lo que has aprendido, ahora tienes esa ventaja con la que antes no contabas, ciérrale la puerta a lo que te estorbe. Mírate en un espejo, atrévete y alíate contigo, escúchate, admira lo perfecto(a) que eres, y date cuenta que en el momento que tú lo decidas puedes empezar a caminar junto a ti y que esta alianza es la mejor opción que puedes elegir, te aseguro que no te vas arrepentir.
Recuerda: mientras más te ocupas de ti y te centras en tu interior, tu vida es más interesante, porque el papel principal lo tienes tú.