La Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica reveló que cerca del 16.4% de los mexicanos padece un trastorno psiquiátrico, México ocupa el segundo lugar en estigma a nivel mundial y destina únicamente el 2% de su presupuesto de salud a la salud mental. Por lo que es importante convocar a toda la sociedad para garantizar un trato digno a las personas con enfermedad mental.
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“Dignidad en salud mental: atención psicológica prioritaria para todos” será el lema conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental 2016.
“Dignidad en salud mental: atención psicológica prioritaria para todos” será el lema conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental 2016. La primera parte se refiere a la no discriminación de las personas con un trastorno psiquiátrico, quienes en México constituyen cerca del 16.4% de la población, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP), publicada en 2003 por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF).
Cabe resaltar que tener una enfermedad mental puede volverse un factor discapacitante, en parte, debido a su sintomatología. Publicaciones del INPRF comparan los niveles de discapacidad entre enfermedades mentales y enfermedades crónicas no mentales en México, y revelaron que la depresión, la fobia social y el trastorno de estrés postraumático causan un nivel de discapacidad mayor que otras enfermedades crónicas no mentales. “En el campo laboral se pierden hasta 2.7 días más por depresión que por otras enfermedades crónicas”, nos señala Gabriela Cámara, Presidenta Honoraria de Voz Pro Salud Mental CDMX.
Aunque la discapacidad psicosocial también se debe al estigma social, pues, en muchos de los casos, quienes presentan una enfermedad psiquiátrica son considerados peligrosos, agresivos, irracionales o poco inteligentes, adjetivos equívocos para una realidad muy distinta.
Voz Pro Salud Mental CDMX nos expresa qye que es testigos de que, debido a la desinformación sobre estas enfermedades, en muchas ocasiones, tanto los familiares como los allegados (y no tan allegados), ofrecen poca comprensión y empatía hacia la persona, y en la mayoría de los casos, evitan convivir con alguien que les resulta “raro”. Asimismo, en los lugares de trabajo es poco probable que a una persona con un diagnóstico psiquiátrico se le contrate, incluso si se encuentra estable y bajo un tratamiento adecuado. “No existen leyes laborales que protejan esta condición, tampoco los seguros de gastos médicos privados la contemplan”, agrega Cámara.
Un estudio publicado en 2008 por el Diario Científico Acta Psychiatrica Scandinavica, compara el nivel de estigma hacia los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo en 16 países (Estados Unidos, México, Francia, España, Ucrania y Japón, entre ellos). Los resultados muestran a México como el segundo lugar en estigma, precedido por Ucrania.
Este tema, aunado al desconocimiento de la enfermedad mental, constituyen un obstáculo para la búsqueda de tratamiento. De acuerdo con la ENEP, la mayoría de los trastornos inician antes de los 21 años. Sin embargo, el Informe de la Evaluación del Sistema de Salud Mental en México, realizado por la Organización Mundial de la Salud en 2011 (IESM-OMS), señala que la mayoría de los pacientes que acuden a tratamiento son adultos, quienes han tardado entre 4 y 20 años en solicitar la ayuda de un especialista.
La situación actual de la salud mental en México deja mucho que desear. El IESM-OMS señala que, hasta 2011, solamente el 2% del presupuesto de salud se dedicaba a este rubro; y por cada 100 mil habitantes, únicamente existían 1.6 psiquiatras y 1 psicólogo.
“Atención psicológica prioritaria para todos”
La segunda parte del lema de este año resalta la importancia de brindar primeros auxilios psicológicos e intervención en crisis a todos quienes lo necesiten.
Las personas con una enfermedad terminal, aquellos que han sido despedidos de su trabajo o sufrido una pérdida importante, las víctimas de violencia, de un desastre natural o un fuerte cambio social, entre otros, son candidatas a este tipo de intervención.
Los primeros auxilios psicológicos son el apoyo inmediato que se da en estas situaciones. Estos consisten en brindar empatía y acercamiento emocional para mitigar el estrés, y pueden ser dados por cualquier persona que sea capacitada para ello.
Los expertos recomiendan que, una vez que la persona sea auxiliada, posteriormente busque ayuda de un profesional, quien le brinde una terapia de intervención en crisis para superar el tema, de manera que recupere su nivel de funcionamiento anterior, se ajuste a su nueva situación y obtenga herramientas para afrontar crisis futuras.
Un estudio publicado en 2004 por la Sociedad Chilena de Psicología Clínica, encontró que los pacientes atendidos con intervención en crisis dentro del servicio de urgencias, presentaron una disminución de estrés, además de mostrar mejorías en sus relaciones interpersonales y adaptación social, en comparación con aquellos quienes no la recibieron.
Cualquier crisis no tratada puede desembocar en un trastorno de estrés postraumático o, incluso, en suicidio. Por ello, es importante atenderla.
Sitios de interés
- Voz Pro Salud Mental CDMX http://www.vozprosaludmental.org.mx/
