Activación física en niños minimiza riesgo de talla baja

El crecimiento está determinado por factores genéticos, hormonales y ambientales. Dentro de estos últimos, juegan un papel muy importante alimentación, el sueño, el estado de salud de la persona, incluyendo la salud emocional y el ejercicio, mencionó el Doctor Arturo Ayala.

El Dr. Ayala, especialista en Endocrinología Pediátrica por el Hospital Infantil de México “Federico Gómez“, dijo que la actividad física es uno los principales factores que contribuyen al crecimiento de los niños y que minimizan los riesgos de la talla baja, la cual es causada por anormalidades genéticas o daño prenatal, así como por factores secundarios o enfermedades que retrasan el crecimiento del hueso y su maduración, lo que disminuye la velocidad de crecimiento; es decir, el número de centímetros ganados por año.

La actividad física aumenta los niveles de hormona de crecimiento, los cuales se secretan de forma natural en el organismo. El ejercicio consiste en juegos, deportes, desplazamientos y actividades recreativas que beneficien la salud de los niños. Sin embargo, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, el 35%  de niños en México tiene obesidad y existe una tendencia a la alza, lo que a su vez provoca que haya menor activación física infantil.

Con base en la “Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud“ de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niveles recomendados de actividad física para la salud de niños de entre 5 y 12 años, son 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.

La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica, como mínimo tres veces por semana y actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos, apuntó el Doctor Ayala.

El especialista, resaltó que es primordial prestar atención al crecimiento físico y emocional de los niños, toda vez que un retraso en el crecimiento –en relación a otros niños de su misma edad y género– puede ser el primer signo de alarma de una posible talla baja generada por deficiencia de hormona de crecimiento.

Dicha condición no sólo mermará su desarrollo físico, sino también su integración social en el entorno, pues una vida adulta saludable dependerá en gran medida de una infancia sana y feliz.

El Dr. Ayala, dijo que es importante consultar al especialista para que pueda llevar a cabo la evaluación correcta de su desarrollo y así determinar el tratamiento más adecuado para ayudar a que los niños crezcan normalmente.

Finalmente, el endocrinólogo pediatra recomendó a los padres dar seguimiento al crecimiento de sus hijos, procurar que el niño duerma entre 8 y 9 horas al día; brindarles una alimentación variada en la que se consuma carne roja, carne blanca, productos del mar, verduras, frutas y lácteos de manera variada, y estimular la actividad física, sobre todo natación, voleibol y basquetbol.