La vejez es un momento de la vida que inevitablemente llegará, no podemos hacer nada por detener el tiempo, así que ¿por qué no pasárnola bien?
En nuestro país, y en prácticamente todo el continente americano, la tercera edad es un momento en el que se trata de no pensar nunca, por lo que cuando se llega el momento no estamos preparados para que esta etapa sea una de las mejores.
“Lamentablemente no nos preparamos para la vejez, no nos hacemos de las habilidades ni de los recursos afectivos que son los que nos van a dar fortaleza”, comenta la psicóloga humanista Luz María Carrillo.
Aparentemente somos una cultura muy familiar, pero en la realidad poco cuidamos este aspecto; cada vez le ponemos menos atención. Además, la idea que se tiene de la gente mayor es que son seres asexuados, inhábiles, poco activas y sin recursos económicos”, agrega.
En países europeos la noción que se ha construido acerca de la ancianidad es muy distinta, pues las personas de la tercera edad son quienes se hacen cargo de altos puestos, con la intención de transmitir toda su experiencia acumulada.
En las mujeres el asunto adquiere tintes diferentes -explica la psicóloga Carrillo en exclusiva para las lectoras de Plenilunia-, pues la atención que se exige al físico es mucha. Aquí la preocupación está en si se tienen más arrugas o si salen canas. En los hombres es el dejar de ser proveedores.
¿Qué hacer para tener una vejez feliz?
Hay muchas cosas que nos van a ir ayudando a preparar una vejez plena, pero según comenta la psicóloga Carrillo, estas serían las más importantes:
- Acepta que el tiempo pasado es irrecuperable. Tus habilidades mentales y funciones físicas van a ir mermando, y eso es inevitable.
- Prepárate físicamente para tener una vejez saludable.
- En la parte financiera, hay que ponerle atención a nuestra economía para no depender de otros, o lo menos posible.
- Ser positivo te permitirá afrontar lo que viene adelante.
- Prepárate con un objetivo diario.
- Genera un proyecto de vida para afrontar lo mejor de este momento.
- Haz actividades que realmente disfrutes.
- Procura, desde siempre, mantener relaciones estrechas con tu familia.
- Genera vínculos que te permitan estar acompañado.
- Mírate cada día al espejo y piensa en todo lo que haz logrado.