La microtia o pequeña oreja, es una malformación congénita frecuente, de la cual se registran cada año más de 400 casos, informa la Secretaría de Salud.Esta alteración puede afectar las estructuras del oído interno provocando problemas auditivos, aunado a la ausencia del pabellón auricular, por lo que estos pacientes requieren de tratamiento quirúrgico.
Esta malformación congénita se presenta durante el primer trimestre del embarazo y puede ser consecuencia de una compresión o sangrado a nivel de los arcos branquiales, cartílagos que forman el pabellón auricular, oído medio y mandíbula.
Jesús Enrique Ochoa Díaz López, Jefe del Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Infantil de México “Federico Gómez, precisa que la microtia también puede presentarse por factores hereditarios, además que en algunos casos se asocia a otros síndromes o malformaciones.
Indica que estos pequeños desde su nacimiento deben ser evaluados por un grupo interdisciplinario de especialistas quienes determinarán el tratamiento a seguir, ya que algunos pacientes además de la reconstrucción de la oreja, necesitarán algún tipo de auricular auditivo para poder escuchar.
“Una vez que los especialistas evalúan al paciente -entre los que se encuentran el otorrinolaringólogo audiólogo, cirujano plástico y genetista- se desarrolla un plan de intervención quirúrgica, con el objetivo de lograr el mayor porcentaje de rehabilitación tanto auditiva como estética.
Señala que la reconstrucción del pabellón auricular que es la parte externa, se realiza alrededor de los siete años de edad.
La técnica más común que se utiliza para estos casos es el de injerto de cartílago costal, el cual se esculpe y se introduce debajo de la piel para formar una especie de saco y darle forma lo más parecido a una oreja, explica.
Finalmente, el especialista comenta que la microtia también se puede presentar a consecuencia de accidentes automovilísticos o quemaduras, así como a la mordedura de perros; casos difíciles de tratar por ser eventos traumáticos.