Las enfermedades prevenibles por vacunación no tienen por qué ser parte del día a día. En total, se estima que las vacunas salvan entre 2 y 3 millones de vidas cada año [1].
Los padecimientos como el sarampión, las paperas y la rubéola son enfermedades comunes y en ocasiones podrían llegar a ser graves y pueden llevar a otras complicaciones como: neumonía; inflamación del cerebro; ceguera; diarrea; infecciones de oído; síndrome de rubéola congénita (si una mujer se infecta con rubéola durante en el embarazo temprano) y otras serias consecuencias, tanto en menores de edad como en adultos. Todas estas enfermedades se pueden prevenirse con la vacunación.
Las vacunas enseñan a nuestro sistema inmunológico a crear proteínas, conocidas como “anticuerpos”. Estas se encargan de combatir la enfermedad en forma similar que, estando expuestos a ella, pero, disminuyendo el riesgo de la gravedad o las complicaciones, las vacunas actúan en nuestro organismo generando la protección y lo más importante sin enfermarnos. Las personas vacunadas están protegidas contra la enfermedad y no pueden transmitir el agente patógeno a otros, lo que interrumpe todas las cadenas de transmisión [2].
Inmunidad colectiva
La inmunidad colectiva o también conocida como de rebaño, se refiere a la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que se consigue cuando una población se ha vacunado y por lo tanto se vuelve inmune; y esto puede ser el resultado de la vacunación o de haber presentado la infección con anterioridad en un gran porcentaje de la población. Esto está determinado en relación a la facilidad de la transmisión de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud apoya la postura de lograr la inmunidad colectiva mediante la vacunación, no permitiendo que una enfermedad se continúe propagando en un grupo demográfico, ya que ello daría como resultado que se presentaran casos e incluso defunciones innecesarias [2].
El porcentaje de personas que deben ser inmunes para conseguir la inmunidad colectiva varía en cada caso. Por ejemplo, para lograr la inmunidad colectiva contra:
- sarampión es necesario vacunar aproximadamente al 95% de una población. El otro 5% estará protegido porque el sarampión no se propagará entre las personas vacunadas.
- poliomielitis, el umbral es aproximadamente del 80% [2].
Recomendación de vacunas
Se recomienda contar con la aplicación al menos, de las vacunas incluidas en el programa nacional de inmunización. Aunque las enfermedades prevenibles por vacunación se han vuelto poco comunes en muchos países, los virus y las bacterias que las causan continúan circulando en algunas partes del mundo. No respetan fronteras y pueden infectar a cualquiera que no esté protegido [1].
“En MSD somos conscientes del impacto que puede tener la disminución de la aplicación de vacunas como consecuencia del confinamiento por el COVID-19. Por eso y con el objetivo de mantener informada a la población sobre las enfermedades prevenibles por vacunación hemos puesto a su disposición el sitio de infovacunacion.com.mx , además de venavac.com portal en el que podrán encontrar los centros de vacunación más cercanos a su domicilio”, comentó la Dra. Diana Guarneros, directora médica de vacunas, de MSD en México[.]