Todo empieza en el intestino: por qué cuidar tu microbiota mejora tus hormonas, tu digestión y hasta tu estado de ánimo

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¿Sabías que muchos de los síntomas que atribuimos a la menopausia, al estrés o a «la edad» podrían tener su origen en un intestino desequilibrado? Así lo afirma Liz Memún, especialista en nutrición y medicina funcional, quien en entrevista para Pleniunia explica que la microbiota intestinal (ese conjunto de bacterias buenas que habitan nuestro cuerpo) cumple funciones vitales para nuestra salud física y emocional.

¿Por qué es tan importante?

La microbiota participa en la metabolización de estrógenos, influye en la calidad del sueño, en la digestión, el sistema inmunológico y en el equilibrio hormonal. Cuando este sistema se desequilibra —por mala alimentación, estrés o uso excesivo de antibióticos— pueden aparecer trastornos como el síndrome de ovario poliquístico, síntomas más intensos en la premenopausia, e incluso enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto.

¿Sabías que muchos de los síntomas que atribuimos a la menopausia, al estrés o a «la edad» podrían tener su origen en un intestino desequilibrado?

«En Hashimoto, la pared intestinal puede volverse permeable si no hay una microbiota equilibrada. Esto permite que ciertas proteínas, como el gluten, atraviesen esa barrera y el cuerpo las ataque, confundiendo células propias como las de la tiroides», explica Liz.

La menopausia no siempre es la culpable
Aunque muchos síntomas se asocian directamente con la menopausia, Liz sugiere revisar primero la salud intestinal. «Una microbiota desequilibrada puede provocar molestias que no tienen que ver directamente con el cambio hormonal», señala. Restaurar ese equilibrio puede reducir síntomas, mejorar el sueño, la digestión e incluso el ánimo.

Los probióticos son microorganismos vivos que ofrecen beneficios para la salud cuando se administran en cantidades adecuadas.

¿Qué papel juegan los probióticos?
Son microorganismos vivos que ayudan a repoblar y mantener el equilibrio de la microbiota. Se encuentran en alimentos fermentados como el kéfir, que Liz considera una de las fuentes más ricas y completas de probióticos: «Contiene una combinación única de bacterias y levaduras benéficas que lo hace más potente que otros productos fermentados».

Una buena forma de integrarlo a tu dieta es en batidos, pudines de chía, aderezos, o como sustituto de cremas. Marcas como Lifeway Kéfir, con 12 cultivos vivos, y el yogur griego FAGE, con alto contenido en proteína y cinco cepas de probióticos, son opciones prácticas para sumar beneficios a tu día a día, refiere la especialista en nutrición y medicina funcional.

Un recordatorio esencial
La verdadera vitalidad empieza desde adentro. Cuidar tu microbiota no solo mejora tu digestión, también puede ayudarte a prevenir enfermedades, regular tus hormonas y sentirte con más energía y claridad mental. Incorporar alimentos probióticos a tu rutina es una forma sencilla de reconectar con tu salud, concluyó la experta.

La microbiota participa en la metabolización de estrógenos, influye en la calidad del sueño, en la digestión, el sistema inmunológico y en el equilibrio hormonal.

5 beneficios comprobados de los probióticos

  • Mejoran la digestión y la absorción de nutrientes.
  • Refuerzan el sistema inmunológico.
  • Reducen la inflamación.
  • Contribuyen al equilibrio hormonal.
  • Apoyan el estado de ánimo a través del eje intestino-cerebro.
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