Hace un año que atravesó por la menopausia, pero más que preocuparse, Blanca Guerra se ocupa en el cuidado de su salud y gracias a su buena constitución física, que además le viene de herencia, ha podido darle buena cara a la evolución propia de su cuerpo.
“Conozco muchas mujeres que padecen esta etapa de la menopausia y tienen síntomas verdaderamente desagradables, tanto en el aspecto físico como en el emocional. Hace un año que pasé del climaterio a la menopausia y la verdad es que me siento súper bien, con la ventaja de que ya no tengo mis periodos”.
Yo creo que es mi organismo y también creo que es por herencia, porque mi madre es una mujer que ha vivido intensamente cada etapa de su vida. Siempre ha sido muy sana, hasta ahora que padece Parkinson, pero aún así tiene un enorme amor por la vida y no deja de ser creativa, lo cual es muy importante para mantenerte saludable a nivel mental. Creo que fue algo genético el que yo también vea la vida con el mismo optimismo”.
-¿Cómo logras la plenitud como mujer?
“No es fácil en un mundo con un ritmo tan vertiginoso con tendencia a la neurosis colectiva, en el que además pierdes mucho tiempo de tu vida en los traslados de un lugar a otro, pero creo que lo primero y más importante para mantenerte en armonía es hacer lo que te gusta, porque para mí la felicidad la alcanzas cuando descubres tu vocación y yo la encontré a muy buena edad.
“En el aspecto emocional, el encontrar el amor y entregarte de manera comprometida al cumplimiento de tus metas y si eres afortunada con la maternidad, puedes asumir este compromiso con plena conciencia de brindarle a tus hijos las herramientas necesarias para hacer de ellos personas de bien”.
El ejercicio es un hábito que se debe cultivar
Pero una carrera tan demandante como la de ella, requiere también de un gran esfuerzo para mantener un cuerpo sano, aunque para Blanca el ejercicio nunca ha sido un sacrificio, sino un hábito que además disfruta.
“El tener una salud, procurar un cuerpo sano y una mente sana también es vital para lograr esa estabilidad que necesitas. Por mi proceso formativo en el arte, tuve muchas clases de entrenamiento físico y se me volvió un hábito, porque desde siempre he tenido una conciencia sobre la importancia de trabajar por la salud, porque eso te ayuda a ver la vida de diferente manera, con más energía. “Siempre he pensado que el ejercicio es un hábito que se debe cultivar”.
-¿Qué clase de ejercicio practicas?
“Clases de danza y entrenamiento físico con el rigor de los bailarines. Todo el ejercicio es bueno, pero en una edad como la mía, este tipo de entrenamiento te ayuda a fijar más el calcio y te brinda una vida más divertida, más apasionada… en pocas palabras, te brinda el gusto por la vida.
“Estoy convencida de que si no tienes salud, no tienes nada y para lograrlo también necesitas de una buena alimentación. Desde hace un año visito a un nutriólogo porque soy un tanto golosa y tuve que recurrir al especialista para aprender a comer bien y prevenir posibles enfermedades, porque si te gusta sentirte bien, hay que trabajar por ello”.
Me gusta consentirme
A estas alturas de su vida y de su carrera, Blanca Guerra se muestra orgullosa de haber llegado a un punto en el que puede hacer lo que le plazca y darse esos lujitos que a todas las mujeres nos encantan.
“La verdad es que a mí me gusta cuidarme y me procuro bastante. Tengo la ventaja de tener una piel de buena calidad, porque tomo mucho agua y regularmente no me maquillo, pero de vez en cuando me hago mis tratamientos para mantenerla bien hidratada”.
En lo que a su cuerpo se refiere, además del ejercicio confiesa ser partidaria del hedonismo y adicta a los masajes de cualquier tipo.
“Eso es algo que me encanta y que disfruto mucho, porque mi trabajo es muy complicado e implica un fuerte desgaste físico y mental, por las largas jornadas de grabaciones o de filmación. Siempre estoy pendiente de reforzar mis defensas con complementos vitamínicos, porque hay que compensar todo lo que pierdes en el trabajo.
“Las revisiones médicas también son muy importantes. En ese sentido soy muy responsable de mi cuerpo y por lo menos dos veces al año me hago un chequeo general. “Más con la edad, porque si quieres seguir siendo una persona productiva, tener equilibrio y vivir intensamente, hay que cuidarse y dejar a un lado las depresiones, aunque a veces también es bueno darle su espacio a la tristeza, pero sin que se vuelva algo patológico.
“Hay que buscar nuevas aventuras y sentirte vivo”.