Ser padre siempre implica una gran responsabilidad, mucho más cuando esto sucede antes de planearlo, y a una temprana edad.¿Cómo asumen la paternidad los jóvenes?
Generalmente se habla de las madres adolescentes, ya que ellas son quienes se embarazan, sin embargo, poco se habla de los varones, quienes al no llevar físicamente a su hijo y, al no estar emocional ni económicamente preparados, tienden a no afrontar su paternidad junto con la mujer debido a que en muchas ocasiones la noticia les asusta y si, además, la relación con su pareja no es suficientemente sólida, evadir la responsabilidad suele ser común.
Culturalmente los padres se mantienen un poco distantes de la crianza de los hijos y la madre es quien se encarga de los cuidados de los hijos; quizá esta sea la razón por la que los jóvenes se deslindan de su paternidad. Aunque no porque el joven evada la responsabilidad de un hijo, el bebé desaparecerá y, quizá con el paso del tiempo, el padre se arrepienta de no haber compartido los momentos felices con su hijo, los cuales vale la pena vivir si no se dejan llevar por el susto de ser padre a temprana edad.
Algunos jóvenes que no desertan ante la llegada de un hijo, generalmente posponen sus planes a futuro; dejan la preparatoria o la carrera para encontrar algún trabajo que, aunque no sea bien pagado, les ayude a afrontar los nuevos gastos. Sin embargo, como ya se mencionó anteriormente, si la relación de pareja no es lo suficientemente sólida, la presión ante la nueva etapa que enfrentan juntos pudiera desgastar la relación de manera prematura y terminar por separarse. Para que esto no suceda es importante que la pareja afronte dicha situación con comunicación abierta.
Hay jóvenes que desde un principio se sienten responsables de su paternidad y buscan participar desde el desarrollo del embarazo, hasta la llegada del bebé, tanto emocional como económicamente. Esta travesía comienza como pareja desde el momento en que se enteran que van a ser padres y deciden emprender, aunque prematuramente, este nuevo camino no planeado en sus vidas. Ante la llegada de un bebé llegan muchas responsabilidades, por lo que habrá que hacer ajustes en la vida de ambos padres para afrontarlo de la mejor manera.
El primer paso es comunicárselo a los padres de ambos. Quizá al principio la reacción de sus familias no sea muy amigable, pero, con el paso de los meses, si cuentan con el apoyo de los padres de la joven pareja, la situación se podrá sobrellevar de una forma más adecuada, en la que los muchachos no se sientan solos y puedan encontrar una guía importante en sus padres.
La llegada de un bebé para un padre joven implica aplazar sus planes a futuro, pero de ninguna manera quiere decir que serán cancelados para siempre, es posible que al inicio el joven tenga que buscar un trabajo y adaptarse a su nueva situación, pero una vez que el hijo nace y que la madre se recupera, el padre podrá pensar que dejar los estudios no es una decisión definitiva, pues puede terminarlos en sistema abierto o buscar alguna licenciatura o carrera técnica que se acople a sus horarios de trabajo (al igual que la madre).
Algunos puntos que garantizan que la pareja pueda afrontar una paternidad prematura de la mejor manera son:
- Que la pareja haya tenido una relación sólida antes de la concepción.
- Que existan las suficientes redes de apoyo emocional.
- Que haya una buena capacidad de adaptarse ante las nuevas circunstancias de la vida.
- Que el padre consiga un trabajo que le ayude a sobrellevar los gastos.
- Que cuenten con un espacio, o al menos con el apoyo, para comenzar una vida familiar, es decir, que encuentren un espacio para vivir o, si esto no es posible, que al menos en alguna de las casas de los padres tengan un espacio donde puedan tener privacidad.
Es importante que los padres de la pareja, en especial los del futuro padre hagan un esfuerzo por apoyarlo, y no solamente orientarlo a ser proveedor, lo más importante es generar un espacio y un ambiente que le facilite al padre vincularse afectivamente con su hijo. Ya que, aunque todavía no se sienta preparado, será padre. El hecho de afrontar la situación, además de enfrentarse a nuevas responsabilidades, viene acompañado de muchas satisfacciones y alegrías que conllevan el ser padre.
En resumen, la forma de enfrentar y asumir la paternidad está influida por la situación socioeconómica, cultural y familiar, así como por las oportunidades que haya tenido el joven padre en el aspecto laboral y educativo, como también la relación y el grado de afecto que el muchacho sienta por la futura madre de su bebé. En el éxito o fracaso de la paternidad influye también el enfrentamiento con la propia familia y la de la pareja.
Es importante tomar en cuenta que ante los cambios tan precipitados que enfrenta un joven que va a ser padre a temprana edad, nunca está de más un apoyo psicológico que le ayude a poner en orden sus emociones.