Los hombres no están exentos de padecer alguna disfunción sexual; de las más comunes está la eyaculación precoz, que se presenta en aquellos casos en que el hombre eyacula antes de lo deseado, producto de un reflejo involuntario que le impide controlar su eyaculación.
Este trastorno sexual afecta la autoestima masculina y repercute en la relación de pareja: ellos se sienten ansiosos, molestos, avergonzados o deprimidos, llegando incluso a evitar los encuentros sexuales. Ellas, por su parte, se sienten irritadas, enojadas o insatisfechas y hasta consideran que es una actitud egoísta de su pareja.
A pesar de que esta condición altera enormemente la sexualidad de una pareja y afecta la calidad de vida de hombres y mujeres, no se habla del tema y, al contrario, se evade, se esconde o se queda guardado como un secreto entre cuatro paredes.
No hay que resignarse
Si bien algunos hombres buscan la solución para su eyaculación precoz, la mayoría asume una actitud pasiva, muchas veces paralizados por la vergüenza o el desconocimiento, a pesar de la insatisfacción de su pareja.
Pero ¿cómo enfrentan las mujeres esta problemática en su vida sexual? ¿lo hablan con su pareja? ¿buscan apoyo o se resignan?
Para la doctora Adriana López García, terapeuta sexual y de pareja de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual (AMSSAC), los temas referentes a la sexualidad ya tienen mayor apertura en la actualidad, sin embargo, la eyaculación precoz es un asunto en el que aún las mujeres no están muy involucradas y del que deberían informarse más.
“Cuando una mujer experimenta la EP de su pareja, siente que es la culpable de la situación, empieza a pensar que ya no es atractiva para él y afecta severamente su autoestima; entonces empezamos a ver a una mujer frustrada, enojada, que le gritonea a sus hijos, seguido por un desinterés en la relación: duermen en camas separadas o ella en la recámara de los niños hasta que se separan”, comenta la especialista.
Más allá de la habitación
Es muy frecuente, agrega, “que las mujeres depositen en el hombre la responsabilidad de su placer y, cuando éste no es satisfecho, puede devenir una manifestación agresiva contra la pareja fuera del contexto ‘cama’, fuera del contexto ‘habitación’, convirtiéndose en una problemática de pareja que trasciende más allá de lo sexual”.
Y aunque hay que decir que muchas mujeres hablan al respecto con su pareja, muchas otras se quedan calladas, indica la Dra. López García; además, refiere “datos de una reciente encuesta realizada en Barcelona, España, a 4 mil 500 mujeres y hombres, en la que se muestra que el 44% de estas mujeres con parejas con EP están insatisfechas y el 70% no habla de este problema”.
Desde su experiencia clínica, la Psicoterapeuta comenta que los hombres menores de 40 años de edad son quienes más acuden a su consultorio para iniciar un tratamiento terapéutico, no obstante, aclara, la EP se puede presentar en cualquier etapa de la vida sexual de un hombre. Apunta, además, que cuando éste tiene una vida sexual estable le solicita acudir con su terapia con para explicarle qué es lo que está sucediendo con su compañero, a fin de que haya entendimiento y compresión.
¡Niño, déjese ahí!
Subraya que incluso “los mismos hombres no tienen idea de que son eyaculadores precoces debido a que no tienen ninguna referencia al respecto: “existe la eyaculación precoz denominada ‘primaria’ -la más frecuente- en la que el hombre eyacula pronto desde el inicio de su vida sexual; esto puede tener su origen en la adolescencia, en el momento en que los chicos aprenden a masturbarse a escondidas y de manera rápida para no ser sorprendidos y, por consiguiente, van teniendo poco control de su eyaculación”.
Otros hombres, en cambio, han mantenido desde el inicio de su vida sexual el control de su eyaculación, sin embargo, pueden presentar EP por causas orgánicas debido a padecimientos como la prostatitis, hipotiroidismo, ansiedad, neuropatía diabética o la toma de algunas sustancias enervantes.
Sí hay salida
La Doctora López detalla que un eyaculador precoz puede restablecer su vida sexual y lograr el control de su eyaculación a través de la terapia de pareja, pero hay algunos casos en los que deberá complementarla con un tratamiento farmacológico.
Señala que actualmente están disponibles en México fármacos recomendados para la EP que están ayudando a muchas parejas a mejorar su vida sexual y su calidad de vida, es un gran avance médico en pro de la salud sexual, externa la especialista.
Agrega que uno de estos fármacos es la dapoxetina (Priligy, su nombre comercial), el más reciente desarrollo farmacológico indicado para la eyaculación precoz.
“Cuando conocí la pastilla en el año 2009 empecé a probar el medicamento con mis pacientes y vi muy buenos resultados; el medicamento es parte complementaria de la terapia sexual pero siempre es importante realizar un historial clínico para considerar si un paciente es candidato para la toma de la pastilla. La ansiedad puede estar influyendo en su EP y en esos casos trabajamos en ella y es posible que sin medicamento logre controlar su eyaculación”, explica la experta.
Ante el problema de eyaculación precoz, la doctora López considera que la mujer debe hablar con su pareja acerca de cómo se siente por esta problemática, romper el silencio, hablarlo y tratar de involucrarse los dos en la búsqueda de solución, pero, ante todo, hacerlo por nosotras mismas, “las mujeres siempre queremos reflejarnos en el otro, pero esto lo debemos hacer para nosotras mismas: ‘voy a ser erótica para mí’, ‘me voy a comprar una ropita sexy para mí’, ‘me voy a cachondear para mí’, y así es como funciona mejor la relación; yo les digo a mis pacientes ‘vamos a mejorar tu deseo, el deseo primero debe de ser para ti, porque si no siempre va a ver un resentimiento de que por él debo hacer esto, por él debo ponerme lubricante, por él debo llegar al orgasmo…’, una debe empoderarse de su deseo, una debe empoderarse de su sexualidad”, puntualiza.