Hasta el momento se desconoce el origen de la artritis reumatoide (AR), lo que en ocasiones dificulta su prevención, sin embargo, existen factores que pueden desencadenarla como el tabaquismo.
De acuerdo con la publicación internacional “Annals of the Rheumatic Diseases” (ARD)1, el consumo de tabaco duplica las probabilidades de desarrollar la enfermedad en mujeres que han heredado el gen HLA-DRB1 SE, factor genético de la AR.
El tabaquismo también influye en la respuesta al tratamiento de los pacientes con artritis reumatoide; así lo demuestra una investigación epidemiológica realizada en 1,430 pacientes del registro sueco en donde se explica que los pacientes que comenzaron a fumar recientemente son menos propensos a responder al tratamiento.
Al igual que con otras enfermedades provocadas por eltabaco, mientras más pronto se abandone esta adicción, el riesgo de desencadenar AR es menor. La publicación mencionada anteriormente refiere que aún no se sabe hasta qué punto dejar el tabaco podrá mejorar una manifestación de AR. De acuerdo con el autor, Henrik Källberg, investigador sueco, “hay muchas razones para que la comunidad médica divulgue los hechos conocidos del tabaco y la AR a fin de disminuir el índice de tabaquismo y el riesgo de padecer esta enfermedad reumática”.
Afortunadamente, las innovaciones terapéuticas actuales apuntan a devolver la calidad de vida al paciente que padece AR. Es así como se han identificado sustancias clave (citosinas como la IL-6) que actúan en el organismo produciendo la inflamación característica del padecimiento.
Además del tratamiento farmacológico adecuado, es importante lograr un cambio integral que incluya alimentación balanceada, abandonar adicciones como el tabaquismo e integrar una rutina de rehabilitación para promover una mejor calidad de vida.
Referencia
1 http://ard.bmj.com/