Las personas de la tercera edad sufren mucho para comer. Y es que el deterioro que sus sistemas han sufrido a lo largo de todos esos años no les permite alimentarse correctamente. Los arándanos deshidratados son ideales para ellos.
En una persona mayor de 70 años suceden varias cosas que evitan disfrutar de un platillo. En primer lugar se segrega menos saliva en la boca, con lo que la porción alimenticia es seco, con poco sabor y difícil de tragar. Además la masticación se hace menos efectiva, no tanto por la posible pérdida de piezas dentales sino por la falta de fuerza en las mandíbulas.
Si a esto le sumamos el hecho de que muchas personas mayores presentan colitis, gastritis o intolerancia a la lactosa y/o condición celiaca (intolerancia al gluten la proteína del trigo presente en panes, pastas y galletas) y que tienen dificultades para digerir irritantes, alimentos muy grasosos o condimentados, la cosa se vuelve aún más evidente.
Pero todavía hay más, pues resulta que muchas personas mayores padecen de estreñimiento crónico que minimiza el apetito y dificulta la excreción, unas papilas gustativas desgastadas que perciben con dificultad los sabores y aromas de las preparaciones y un malestar general que se asocia con pocas ganas de preparar comidas completas o incluso de sentarse a la mesa para disfrutarlas. En fin, la alimentación de las personas mayores, sobre todo las que viven solas y se encuentran enfermas, no es fácil. Hay que buscar trucos y alternativas para ayudarlos a mantenerse bien alimentados, único camino para mantenerse fuertes y con más salud, pero respetando su condición y su posible abatimiento.
Una opción interesante para las personas de la tercera edad la representan los alimentos que no requieren de preparación ni calentamiento para ser ingeridos. De hecho, los alimentos que se pueden guardar en el propio cuarto de la persona son ideales para adultos mayores que viven solos y no tienen ánimos de levantarse todos los días. Destacan entre estos alimentos las frutas deshidratadas y las semillas oleaginosas (como nueces, cacahuates, pistaches o almendras) aunque estas últimas a veces resultan más difíciles de masticar.
Y es que estos alimentos no sólo son fáciles de almacenar y de tener a la mano, con una larga vida de anaquel y poca probabilidad de descomposición, también son muy fáciles de masticar, o incluso chupar, y de disfrutar. En particular, los arándanos deshidratados son suavecitos y de sabor muy interesante: ligeramente ácidos y astringentes, pero dulces y de notas aromáticas suaves, ¡una delicia!
Y desde el punto de vista de la salud y el bienestar, los arándanos deshidratados ofrecen a las personas de la tercera edad beneficios únicos que garantizan la salud a mediano plazo.
Se trata de alimentos con un gran poder antioxidante, debido a la presencia de flavonoides y poli fenoles además de taninos, pero sobre todo gracias a los pigmentos azul/morado/rojo que les dan su color característico. Estas pro antocianidinas, o antocianinas, son poderosos antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento celular temprano.
Le brindan a nuestras membranas tanto interiores como exteriores incluidos el cabello, las mucosas de la boca y ojos y la piel, hidratación, flexibilidad y una apariencia más lozana. Pero además las hacen mucho más resistente al ataque de agentes infecciosos de todo tipo. Así, una dieta rica en arándanos deshidratados puede ayudarnos a contraer menos enfermedades infecciosas, a resolverlas más fácil y rápidamente y a sentir menos sus estragos. Esto y una apariencia juvenil de los tejidos suenan bien, pero hay mucho más…
En particular hoy se sabe, y se ha demostrado a través de muchos estudios, que los arándanos son especialmente efectivos en el tratamiento de infecciones en la boca y encías, la gingivitis; de las vías urinarias y del estómago, en donde ayudan incluso a prevenir úlceras y a mejorar gastritis crónicas debidas a bacterias.
Los agentes antioxidantes presentes en los arándanos también nos ayudan a prevenir las mutaciones celulares y los errores en la reproducción de los tejidos que se asocian a las etapas tempranas del cáncer.
De manera que para las personas de la tercera edad, y como refrigerio o como parte del desayuno, la ensalada, el postre o la cena, los arándanos deshidratados son una opción ideal. Fáciles de guardar y de masticar; deliciosos y suaves, con notas de sabor sutiles pero definidas… y con un importantísimo aporte nutrimental, rico en agentes antioxidantes y en fitoquímicos preventivos de la enfermedad. Arándanos para la salud de las personas de la tercera edad. Arándanos para mantenerse sano.