Las bacterias, en la historia de la humanidad, han ayudado en distintos aspectos, desde la producción y conservación de alimentos para la producción de yoghurt y otros productos fermentados, hasta en el campo de la medicina, ya que son utilizados para producir insulina de manera rápida.
En la actualidad algunas investigaciones sugieren que el consumo de alimentos o suplementos de probióticos puede ayudar en el tratamiento e incluso en la prevención de ciertas enfermedades.
En los últimos años se ha estudiado la flora presente en el sistema digestivo y se han observado diferencias entre la composición bacteriana de personas con obesidad y con peso saludable, suponiendo una posible relación.
Las bacterias que son añadidas o utilizadas en los alimentos que tienen un efecto benéfico para la salud son denominadas probióticos. Las bacterias que viven en nuestro intestino ayudan a la absorción de algunos nutrimentos, a la producción de vitaminas así como a combatir otras bacterias o microorganismos que pueden llegar a causar enfermedad.
Unos de los probióticos más comunes son los lactobacilos, que son microorganismos que ejercen un efecto benéfico cuando se encuentran en el intestino. El consumo de alimentos con lactobacilos probióticos, como yoghurts, alimentos fermentados o cereales adicionados, puede tener un efecto muy positivo para la salud, promoviendo el equilibrio de la flora normal del intestino.
La flora normal contribuye, junto con el sistema inmunológico, a proteger al organismo de gérmenes que pueden causar alguna enfermedad gastrointestinal. Los lactobacilos probióticos también ayudan a disminuir la inflamación, dolor y estreñimiento.
Algunos de los microorganismos presentes en el intestino se alimentan de fibra, ya que el organismo humano es incapaz de digerirla, la microflora la fermenta y se alimenta de ella. Los productos de la fermentación bacteriana de la fibra en el colon han mostrado tener también efectos protectores contra algunos tipos de cáncer.
Por todos estos beneficios antes descritos, se recomiendan mezclar el consumo de 30 gramos de fibra al día y alimentos que contengan probióticos, con lo cual podemos obtener una gran combinación que ayudará aún más a mejorar la digestión.
Escrito por: Gabriela Gaona, nutrióloga de www.allbran.com,, de Kellogg Company, una empresa líder mundial en la producción de cereales, snacks y productos congelados.