[/media-credit] Hay estudios que señalan que 6 de cada 10 mujeres cuya pareja presenta problemas de disfunción en la erección también ve afectada su vida sexual.
Hay estudios que señalan que 6 de cada 10 mujeres cuya pareja presenta problemas de disfunción en la erección también ve afectada su vida sexual.
Acabemos con los tabúes que rondan en la alcoba y mejor hablemos y atendamos a tiempo este tipo de situaciones en pareja.
La doctora Claudia Rampazzo, médico especialista en terapia sexual, familiar y de pareja, señala que la mayoría de los hombres con disfunción eréctil, por vergüenza o desconocimiento, esconden el problema y ni siquiera asisten a consulta médica en busca de solución. «Lo peor es que no sólo sufren ellos, sino que también afectan a su pareja, la cual puede desarrollar problemas sexuales”, afirma.
Entre los síntomas de disfunciones sexuales femeninas que llegan a presentar las mujeres cuya pareja tiene disfunción eréctil, están la disminución del deseo, ausencia de fantasías sexuales, desórdenes de lubricación vaginal, del orgasmo y rechazo al contacto sexual, explica la Dra. Rampazzo.
En México, la prevalencia de la disfunción eréctil es del 55% de los varones mayores de 40 años, lo que provoca, de manera indirecta, la incidencia de disfunciones sexuales en sus parejas.
“Esta situación ocurre generalmente porque la mujer, al verse inmersa en una relación íntima no satisfactoria con un hombre preocupado por su desempeño y centrado en lograr una buena erección, se siente responsable de dicha falla o bien cree que ésta se debe a desamor o falta de atracción sexual suficiente, lo cual tiene un impacto psico-biológico en ella y desemboca en una serie de síndromes que afectan su rendimiento sexual”, agrega la especialista.
“En este tipo de problemas se involucran aspectos tanto psicológicos como biológicos. El hombre que presenta disfunción eréctil y que percibe que su pareja tampoco se excita fácilmente, se sumirá en un estado de angustia que le pondrá nuevos obstáculos para superar su problema, promoviendo que la mujer también empiece a desarrollar complicaciones sexuales; es decir, se produce un círculo vicioso que afecta la vida íntima de la pareja”, comenta.
Así es que veamos la importancia de discutir abiertamente problemas sexuales como la disfunción eréctil; si el varón siente temor, probablemente la mujer deba intentar incentivarlo para atenderse con un especialista y dar continuidad al tratamiento médico. “De lo contrario, esta situación va a terminar jugando en contra de ella, de sus emociones y de su propio funcionamiento sexual”.
Una manera de identificar sutilmente si la pareja presenta disfunción eréctil es a través de la seducción y el erotismo. “Como mujeres sabemos que ciertos juegos eróticos, movimientos y acciones despiertan el deseo sexual en nuestra pareja, llevémoslo a cabo y si notamos falta de deseo o respuesta, hablemos con franqueza para encontrar juntos una solución” aconseja la experta.
Una vez que el varón cuente con un tratamiento farmacológico efectivo, es importante volver a mejorar la comunicación, enriquecer el erotismo y la sensualidad.
“Y es que para que la respuesta eréctil exista, entran en juego factores biológicos, psicológicos y ambientales; por ejemplo, se ha demostrado que la vista, como el resto de los sentidos, es fundamental para una vida sexual placentera, ya que forma parte integral del erotismo, por lo que es importante integrar este aspecto en una relación sexual”, dice la Dra. Rampazzo
“La pareja es un sistema, lo que afecte sexualmente a uno de sus miembros impactará de alguna manera al otro. La disfunción eréctil es un problema de dos, por lo que su solución descansa en ambos integrantes de la pareja”, concluye.
