Piercings en el área genital de la mujer ponen en riesgo su salud, estos ocasionan cambios en el flujo de orina y afectan la sensibilidad.
De acuerdo con diversos especialistas, los piercings que usan las mujeres en el área genital, pueden ocasionar desde la pérdida de sensibilidad, irritación y daños a la piel, hasta infecciones y enfermedades severas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tener piercings en los genitales, ocasiona cambios en el flujo de orina y afecta la sensibilidad.
La Doctora Angélica Illescas, especialista en gineco-obstetricia explica que el uso de piercings favorece la entrada de virus como el Papiloma Humano, hepatitis o el VIH/SIDA, debido a que al momento de hacer la perforación no siempre se tiene la seguridad de que se hayan tomado las medidas higiénicas de esterilidad adecuadas.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cinco de cada diez jóvenes que se perforan cualquier parte del cuerpo presentan una infección ocasionada por bacterias; y de éstos, tres reportan cuadros crónicos acompañados de secreción con pus, dolor en la parte afectada y fiebre.
En opinión de los expertos, las mujeres tienen tres áreas preferidas para colocarse un piercing en los genitales: labios mayores, menores y clítoris. “Algunas mujeres recurren al uso de piercings en su área genital por la falsa idea de aumentar el placer sexual, aunque hasta el momento no existen pruebas médicas que avalen esta creencia. Para otras sólo es una fantasía estética”, comentó la Doctora Illescas.
Los expertos recomiendan
A las mujeres que quieran o planeen colocarse un piercing en el área genital, los especialistas sugieren acudir a establecimientos que cumplan con los requisitos sanitarios establecidos por la autoridad competente, optar por piezas de material hipoalergénico, asegurarse de que sean nuevas y que vengan dentro de un empaque etiquetado.
En estos casos y en la vida diaria, la adecuada limpieza de los genitales es fundamental, ya que la sola presencia del piercing representa un foco de infección. Ante esta situación, se recomienda utilizar un producto diseñado especialmente para la higiene íntima y elaborado a base de agua termal y ácido láctico, como Gyn-Phy, un gel de uso diario cuyos principales activos, mantienen el equilibrio de la piel de la zona íntima, al tiempo que ayudan a prevenir, la irritación, comezón y el mal olor.
Los especialistas también hacen hincapié en los cuidados de aseo del propio piercing, como limpiarlo entre dos y tres veces al día a partir de su colocación por un periodo de seis semanas.
Asimismo, aconsejan no tener relaciones sexuales durante el periodo de cicatrización y en caso contrario, es necesario utilizar condón. Además, recomiendan evitar el uso de juguetes sexuales, espermaticidas y lubricante, pues son productos que pueden llegar a irritar la piel de esta zona.
Cabe resaltar, que es necesario evitar el uso de tangas e inclinarse por la ropa interior de algodón, sobre todo, en los días posteriores a la colocación del piercing.