Tratar de mantener un estilo de vida saludable por momentos se puede convertir en un tema complicado, y entre el agitado ritmo de vida en el trabajo y el día a día, olvidamos beber agua y es hasta el momento en que tenemos la sensación de sed, que recordamos hidratar nuestro cuerpo.
[media-credit name=»Wavebreakmedia» align=»aligncenter» width=»562″][/media-credit]
[recuadro]
De acuerdo a información proporcionada por PureIt, la sed sólo aparece cuando ya existe un porcentaje de deshidratación entre el 1 ó 2%, de ahí la importancia de mantenernos hidratados a lo largo de todo el día.
[/recuadro]
El agua es un elemento vital para el correcto funcionamiento del organismo ya que asegura la hidratación del organismo, contribuye al buen desempeño del sistema digestivo, mejora la circulación sanguínea, ayuda a eliminar las toxinas y desechos, entre otros.
Tomando en cuenta condiciones como la actividad diaria, el clima y el mantenimiento de la temperatura corporal, el cuerpo puede perder aproximadamente entre 2 y 3 litros de agua a través de funciones como la respiración, el sudor y la eliminación de desechos[1], por lo que es vital reponer esos líquidos a través de una hidratación adecuada que permita mantener el equilibrio.
Debido a que el agua carece por completo de efectos adversos si se consume de forma adecuada, y que no aporta energía en forma de calorías, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) la considera como la elección más saludable para lograr una adecuada hidratación ya que contribuye a tener y a mantener una vida saludable.
Para lograr una correcta hidratación el INSP recomienda privilegiar el consumo de agua simple frente al consumo de bebidas adicionadas con azucares y beberla de forma constante durante el día, así como no esperar a tener la sensación de sed, ya que este factor es el primer síntoma de deshidratación, convirtiéndose en una señal de alarma cuando la hidratación ya es un hecho.