Con el fin de evitar sufrir deshidratación y enfermedades gastrointestinales, que aumentan por el calor es recomendable aplicar algunas sencillas medidas y cuidados para disfrutar en buena salud de este verano y evitar la insolación, lesión térmica asociada al ejercicio, golpe de calor y quemaduras cutáneas.
Durante el verano aumentan los riesgos de deshidratación, a causa de la exposición solar y también, se incrementan las enfermedades gastrointestinales, debido a la ingesta de alimentos y bebidas que, por las elevadas temperaturas, aceleran su descomposición. Entre las medidas preventivas a reforzar tu puedes:
- Evitar la exposición directa a los rayos solares por tiempos prolongados
- Utilizar protectores solares
- Sombreros
- Sombrillas
- Gorras
- Vestir ropa holgada, preferentemente algodón de colores claros, y de manga larga si realiza actividades al aire libre.
En el marco del Operativo Verano 2015 de la Secretaria de Salud, especialistas en dermatología dijeron que es necesario evitar exponerse al sol, en horarios entre las 11 y las 16 horas, periodo de mayor radiación solar.
En esta temporada en que las temperaturas superan los 35 grados centígrados en los lugares de playa y veraneo, los paseantes deben mantenerse siempre bien hidratados.
Si alguna persona presenta piel caliente y enrojecida, ausencia de sudoración, pulso fuerte y contundente, respiración dificultosa, pupilas dilatadas, fiebre, mareo o pérdida de la consciencia, deben recibir ayuda médica de inmediato.
Ante cualquier síntoma de deshidratación, los menores de cinco años, deberán ser trasladados a las unidades médicas, para ser atendidos. Ahí, los padres o tutores recibirán sobres de Vida Suero Oral, para continuar el tratamiento en casa.
Por su parte, gastroenterólogos de la Secretaría de Salud recomendaron a los vacacionistas ingerir alimentos frescos y bien cocinados, sobre todo, los productos del mar, y evitar consumirlo crudos.
Asimismo, como medida higiénica, lavarse las manos después de ir al baño, luego del cambio de pañales a los bebés, y antes de preparar o consumir alimentos.
También subrayaron clorar o hervir el agua antes de su consumo para evitar padecimientos o complicaciones gastrointestinales.