Cuando una persona comienza una rutina de alimentación o ejercicio con el objetivo de perder peso, uno de los partes más difíciles y frustrantes es el “estancamiento”, es decir, el punto en el que el peso corporal se mantiene sin ningún movimiento a pesar de estar realizando de forma correcta el proceso.
Cuando reduces calorías, tu cuerpo reacciona como si ya no hubiera más alimentos, entonces hace lo que tiene programado hacer: aprovecha las calorías almacenadas y reduce la velocidad en que las quemas. Así, tu metabolismo de reposo, las calorías que quemas a diario solo para mantener funcionando al cuerpo, se reducen un poco.Para seguir perdiendo peso a la misma velocidad, necesitarás reducir aún más tu ingesta calórica, hacer más ejercicio o aceptar la velocidad del proceso. A continuación, Susan Bowerman, directora de Capacitación sobre la Nutrición en Herbalife, te da algunos consejos que te ayudarán a empezar:
- Lleva el control de la ingesta que consumes: con el tiempo, perdemos la constancia en el control que se lleva en cuanto a lo que se consume y se realice. Ser más constante, quizá con un diario o libreta, puede ayudarte a salir de ese estancamiento y retomar el hilo.
- Trata de salir a comer con menos frecuencia: Esto podría resultarte difícil, pero puede marcar la diferencia, no importa qué tan cuidadosos pensamos que somos, cuando vas a algún restaurante, por lo general es difícil calcular con precisión cuántas calorías estamos comiendo. Si has estado saliendo a comer con más frecuencia que lo normal, trata de reducirlo durante dos semanas para ver si esto ayuda a que el peso empiece a cambiar de nuevo.
- Aumenta tu entrenamiento de cardio y de resistencia: Conforme desarrollas músculos, aumenta tu metabolismo de reposo, si has estado haciendo ejercicio durante algún tiempo, quizás también estés en mejor condición física, lo cual, significa que si no has aumentado la intensidad de tu actividad, quizás no estés quemando tantas calorías como antes, por lo mismo, agrega algunos movimientos nuevos a tu rutina de ejercicio.
- Revisa tu composición corporal: Considera que quizá puedes haber alcanzado un peso adecuado. Por lo tanto, si has desarrollado más músculo que una persona promedio, tu porcentaje de grasa corporal podría estar dentro de la escala normal, si ese es el caso, entonces ya no tienes mucho peso extra que perder.