Las cremas son artículos dermocosméticos ampliamente utilizados por las mujeres de todo el mundo y las mexicanas no somos la excepción. Estas cremas se utilizan a cualquier edad, tanto en el rostro como en el cuerpo para cubrir necesidades emolientes o hidratantes o con algún otro fin, como resolver problemas de acné, manchas, control de seborrea o arrugas, etc.
Las cremas de moda generalmente son cremas de firmas internacionales como las europeas, que gozan de renombre, prestigio mundial y precisamente en sus campañas encontramos actrices, en su mayoría anglosajonas, con una piel diferente a la de la mujer mexicana.
Es importante recordar que las características de la piel latina, en la que se encuentra la de la mujer mexicana, es una piel genéticamente diferente a la europea. La piel latina, que puede ser piel morena, trigueña o blanca, presenta un patrón de velocidad y tipo de envejecimiento diferente al de la mujer europea. Asimismo, hay que considerar que este tipo de piel tiende a desarrollar manchas oscuras o hiperpigmentaciones.
Otros aspectos importantes son el clima, los hábitos recreativos y culturales. En climas secos y ciudades contaminadas se produce mayor intolerancia a las cremas. En países con playas o climas tropicales o semitropicales, las mujeres tienden a tener una mayor exposición al sol. Las mexicanas acostumbramos el baño diario, y existe el mal hábito de automedicarnos y aplicar en nuestra piel remedios caseros para cualquier problema en la piel.
Las tendencias actuales indican que sería mejor diseñar estudios experimentales de las cremas internacionales en la población que las vaya a utilizar. En este caso la mexicana para reducir al máximo problemas de intolerancia, como la dermatitis alérgica. Sin embargo, esta alternativa no se vislumbra a corto plazo.
Como dermatóloga, te sugiero que en caso de que pienses comprar una crema de marca europea o internacional, sigas estas recomendaciones:
-Realiza la compra en una tienda departamental de prestigio, que asegure la autenticidad y calidad de las cremas.
-Conoce tu tipo de piel, ¿es seca, sensible, te maquillas? No apliques, lo que le funcionó a tu hermana o a tus amigas, la piel de cada persona es diferente.
-Las cremas deben ser compatibles con un fotoprotector o protector solar dermatológico con un FPS mayor de 25, que combine los filtros físicos, químicos y biológicos, ya que seguramente la utilizarás diariamente.
-Pregunta a la vendedora o experta de la línea todas tus dudas: tipo de ingredientes, qué contiene y cuáles son las precauciones que debes de tener al utilizarla.
-Si padeces algún problema dermatológico en tu piel, es mejor que consultes a tu dermatólogo antes de comprar la crema.
-Y recuerda: si al aplicar estas cremas experimentas enrojecimiento, calor, ardor, comezón o “granitos”, suspende su uso y consulta al especialista.
Como dermatólogos no estamos en contra que uses algún tipo de crema europea o de otra marca, solamente requerimos saber los principales ingredientes o activos, y que éstos sean de calidad, para brindarte la mayor seguridad y que goces de una piel sana.
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