Investigadores de la Universidad Estatal de Michigan publicaron un estudio sobre «sextortion» [1], un delito de internet menos conocido que representa una amenaza para adultos y menores, e informa sobre la importancia de proteger al público de los delincuentes en línea.
[/media-credit] Extorsión sexual la amenaza de distribuir materiales íntimos y sexuales a menos que la víctima cumpla con ciertas demandas.
«Sextortion es el uso de imágenes o videos íntimos que han sido capturados para luego extorsionar el cumplimiento de una víctima«, afirma Roberta Liggett O’Malley, estudiante de doctorado en justicia penal de MSU y coautora del estudio. «Lo que lo hace diferente de cualquier otro delito es la amenaza de liberación. Un autor podría decir: ‘tengo estas imágenes suyas y las publicaré a menos que usted …’ para obtener más imágenes o incluso a cambio de dinero«.
En muchos casos de sextortion, los perpetradores en realidad no poseen las imágenes o videos que están utilizando como palanca. En cambio, los delincuentes manipulan el comportamiento de la víctima aprovechando el miedo a no saber si la amenaza es real.
La investigación, «Cyber Sextortion: An Exploratory Analysis of Different Perpetrators Engaging in a Similar Crime» (extorsión sexual cibernética: un análisis exploratorio de diferentes perpetradores que participan en un crimen similar) publicada en Journal of Interpersonal Violence, sugiere que el enfoque actual en la divulgación de imágenes en línea puede eclipsar el tema del acoso basado en amenazas en línea, como la sextortion. Si bien la mayoría de los estados de Estados Unidos tienen leyes contra la pornografía de venganza, el estudio aboga por aumentar la conciencia y cambiar la legislación para incluir otras formas de delitos de abuso sexual basados en internet.
«Gran parte del temor proviene de la creencia de que los piratas informáticos pueden hacer cualquier cosa relacionada con la tecnología, desde la capacidad de ver el historial del navegador web de alguien hasta piratear una cámara web o un dispositivo Nest«, explicó Karen Holt, profesora asistente de justicia penal y coautora. «Es por eso que la sextortion es tan efectiva: crea una gran cantidad de incertidumbre y miedo de que las víctimas terminen cumpliendo en lugar de decir: ‘Creo que estás mintiendo, y si te ignoro, estoy bien’«.
Liggett O’Malley y Holt dijeron que es menos probable que los hombres denuncien estos delitos a la policía por pena o vergüenza, pero que tampoco experimentan la longevidad del acoso que sufren los menores.
«Las víctimas son abrumadoramente menores y mujeres, pero si el objetivo es obtener dinero, casi siempre se dirigen a los hombres«, dijo Liggett O’Malley. «Estos dos grupos de personas experimentan un delito similar de maneras muy diferentes«.
El análisis de 152 delincuentes de cibersextorsión encontro 4 tipos distintos:
- Enfocados en menores, dirigidos a víctimas menores de 18 años
- Cibercrimen, dirigido a víctimas mediante tácticas informáticas como piratería informática
- Intimamente violento, dirigido a parejas románticas anteriores o actuales
- Transnacional, dirigida a extraños estrictamente por razones financieras
Holt explicó que los 4 temas reflejan diferentes motivaciones para lo que los delincuentes quieren de sus víctimas. Una encuesta de 1,631 víctimas de la cibersextorsión encontró que el 46% eran menores de edad, lo que hace que los delitos contra menores sean un centro de atención para la aplicación de la ley y en la literatura de investigación.
«El enfoque desproporcionado en las víctimas menores ha llevado a nuevas leyes que protegen a los menores de la solicitud sexual de adultos en línea, pero hay pocas protecciones legales para las víctimas adultas, hombres y mujeres«, dijo Liggett O’Malley.
Los investigadores están empezando a ver que muchos otros perpetradores utilizan la sextortion.
Dentro de un contexto de violencia doméstica, las parejas pueden compartir imágenes de manera consensuada, solo para que esas imágenes se utilicen posteriormente como influencia en la relación. En otros casos, las organizaciones transnacionales emplean estafas en las que los individuos fingen ser un hombre o una mujer en internet, participan en sesiones de cámara web con las víctimas y amenazan inmediatamente con publicar una grabación a menos que se proporcione dinero.
La toma de conciencia y la denuncia de delitos de extorsión sexual, aunque actúan de manera responsable en línea, son clave para proteger a las y los adultos y a las y los niños.
«Como ciudadanos digitales, tenemos que comenzar a abogar por una mayor responsabilidad en nombre de las plataformas para eliminar estas imágenes o denunciar el acoso«, dijo Holt. «Muchos delitos fuera de línea tienen un componente en línea, y muchas veces la policía y nuestro comportamiento no se ponen al día. Necesitamos pensar en nuestra propia seguridad personal, tanto fuera de línea como en línea«.
Investigadores como Liggett O’Malley y Holt también abogan por leyes federales para abordar las lagunas legales de la sextortion.
«No solo podemos centrarnos en el porno de venganza«, dijo Liggett O’Malley. «Necesitamos detenernos y pensar en todas las formas en que se usan las imágenes contra las personas y pensar en la forma en que construimos estas leyes para garantizar que haya vías para el enjuiciamiento y el arresto«[.]
