«Es hora de repensar«, dice Katharina Bernecker, investigadora en psicología motivacional de la Universidad de Zúrich. «Por supuesto, el autocontrol es importante, pero la investigación sobre la autorregulación debería prestar la misma atención al hedonismo o al placer a corto plazo«.
Relajarse en el sofá o saborear una deliciosa comida, disfrutar de actividades placenteras a corto plazo que no conducen a objetivos a largo plazo contribuye al menos a una vida feliz tanto como el autocontrol esto de acuerdo a una nueva investigación de la Universidad de Zurich y Universidad de Radboud en los Países Bajos. Por lo tanto, las investigadoras abogan por una mayor apreciación del hedonismo -teoría que establece el placer como fin y fundamento de la vida, RAE- en psicología.
Todos nos fijamos objetivos a largo plazo de vez en cuando, como finalmente ponernos en forma, comer menos azúcar o aprender un idioma extranjero. La investigación ha dedicado mucho tiempo a descubrir cómo podemos alcanzar estos objetivos de manera más efectiva. La opinión predominante es que el autocontrol nos ayuda a dar prioridad a las metas a largo plazo sobre el placer momentáneo y si se es bueno en el autocontrol, esto generalmente dará como resultado una vida más feliz y exitosa.
En la investigación de Bernecker se muestra que la capacidad de las personas para disfrutar o experimentar placer contribuye a una vida feliz y satisfecha tanto como el autocontrol exitoso.
La distracción interrumpe el placer
Bernecker y su colega Daniela Becker, de la Universidad Radboud, desarrollaron un cuestionario para medir la capacidad de los encuestados para el hedonismo, es decir, su capacidad para concentrarse en sus necesidades inmediatas e involucrarse en disfrutar de los placeres a corto plazo. Utilizaron el cuestionario para averiguar si las personas difieren en su capacidad para alcanzar objetivos hedónicos en una variedad de contextos, y si esta capacidad está relacionada con el bienestar.
Encontraron que que ciertas personas se distraen por pensamientos intrusos en momentos de relajación o disfrutan al pensar en actividades o tareas que deberían estar haciendo. «Por ejemplo, cuando te acuestas en el sofá, puedes seguir pensando en el deporte que no estás haciendo«, menciona Becker. «Esos pensamientos sobre objetivos conflictivos a largo plazo socavan la necesidad inmediata de relajarse«. Por otro lado, las personas que pueden disfrutar plenamente en esas situaciones tienden a tener una mayor sensación de bienestar en general, no solo a corto plazo, y tienen menos probabilidades de sufrir depresión y ansiedad, entre otras cosas.
Más no siempre es mejor
«La búsqueda de objetivos hedónicos y a largo plazo no tiene por qué estar en conflicto entre sí«, afirma Bernecker. «Nuestra investigación muestra que ambos son importantes y pueden complementarse entre sí para lograr el bienestar y la salud. Es importante encontrar el equilibrio adecuado en la vida cotidiana«.
Desafortunadamente, simplemente sentarse por más tiempo en el sofá, comer más de una buena comida e ir al bar con los amigos con mayor frecuencia no generará automáticamente más felicidad. «Siempre se pensó que el hedonismo, en oposición al autocontrol, era la opción más fácil«, comenta Bernecker. «Pero realmente disfrutar de la elección hedónica no es tan simple para todos debido a esos pensamientos que nos distraen«.
Planificación consciente del tiempo de ocio
Actualmente, este es un problema de actualidad con la situación de tener a más personas trabajando desde su casa, ya que el entorno en el que normalmente descansan se relaciona repentinamente con el trabajo. «Pensar en el trabajo que aún necesita hacer puede llevar a pensamientos más distractores en el hogar, lo que lo hace menos capaz de descansar«, dice Bernecker.
Entonces, ¿qué se puede hacer para disfrutar más de su tiempo de ocio?. Se necesita más investigación, pero los investigadores sospechan que planear conscientemente y establecer límites a los períodos de ocio podría ayudar a separarlos más claramente de otras actividades, permitiendo que el placer se desarrolle de manera más tranquila[.]